Marruecos de la A a la Z: un recorrido letra a letra
Marruecos se puede recorrer de muchas formas. Entre todas ellas, hemos querido hacerlo en el sentido del abecedario, de la A a la Z, para poder hacer una parada en su gastronomía, sus rincones, sus artistas y ciudades, su artesanía y sus fiestas. Un paseo que nos impulsa a soñar letra a letra.
A de Alfombras
En Marruecos, las alfombras son más que un simple adorno. Cualquier casa marroquí tiene varias y son, además, son uno de los artículos más preciados por los amantes de las compras cuando acuden a los zocos. Tradicionalmente elaboradas por las mujeres bereberes, las más solicitadas son las que están hechas de la lana de cordero, que se hila y ata a mano con pequeños nudos, normalmente en pequeñas cooperativas. Muchas de ellas se hacen en un mismo color en diferentes tonos, con dibujos asimétricos y sin un patrón definido, bajo la experiencia de las tejedoras, que transmiten su buen hacer de generación en generación.

B de Bissara
La bissara, también conocida como baisara o byessar, es un plato marroquí delicioso que consiste en una crema de habas, con una textura similar al hummus. Este clásico de la cocina marroquí es una receta sencilla y fácil de hacer, además de contundente y nutritiva. Ideal para compartir con familia y amigos. No olvides darle un toque con un chorrito de aceite, zumo de limón, comino, orégano y pimienta. ¡Delicioso!
C de Cous cous
Si hay un plato omnipresente en la gastronomía marroquí, y que forma parte del imaginario popular cuando pensamos en Marruecos, es el cous cous. Hay tantas formas de elaborar este plato que es imposible aburrirse de él. Lo puedes encontrar en restaurantes humildes y en las cocinas de los grandes hoteles, con ingredientes más o menos sofisticados. El cuscús con pollo y verduras, por ejemplo, es perfecto para que lo hagas en tu casa y pongas un trocito del sabor de Marruecos en tu mesa.

CH de Chaouen
Chaouen, también conocida como Chefchaouen, Xaouen o Chauen, es la omnipresente ciudad azul que aparece en todas las guías de Marruecos. Situada en el Noroeste del país, a los pies de las montañas del Rif, no por conocida sorprende menos cuando ponemos un pie en ella. Fue fundada por tribus bereberes en 1471, como base para atacar a los portugueses de Ceuta, y sirvió como hogar a los judíos y musulmanes que buscaban una nueva tierra después de la toma de Granada. Perderse en sus callejuelas es algo que no hay que perderse cuando vas a Marruecos.

D de Dírham
El dírham es la moneda oficial de Marruecos. Imprescindible para esos pequeños gastos en donde no admitan tarjetas, lo primero que se recomienda al ingresar al país es cambiar algo de moneda y después ir utilizando las numerosas casas de cambio repartidas por el país a medida que lo vayamos necesitando. Puedes sacar dinero con tarjeta, a cambio de una pequeña comisión y, si quieres pagar con euros, mejor llevar billetes pequeños.
E de Especias
Las especias son muy utilizadas en los platos marroquíes, y también tienen una alta calidad, por lo que son muchas las personas que vuelven a casa con algunas de ellas en su maleta para seguir disfrutando de los intensos sabores especiados de Marruecos en su cocina. Entre las más solicitadas está la canela, la cúrcuma, la nuez moscada, el comino, el azafrán y el jengibre.
F de Fútbol
El fútbol es el deporte rey en Marruecos. Fieles seguidores, tanto de las ligas locales como de las europeas, en especial de la liga española, los marroquíes son unos fervientes admiradores del Barça. El interés por este deporte ha crecido con los recientes éxitos tanto de la selección femenina como de la masculina, lo que ha provocado que las escuelas de fútbol infantiles se llenen de niños interesados en practicar este deporte.
G de Gnawa
La música Gnawa es una de las principales corrientes musicales de Marruecos. Las canciones muestran ritmos espirituales africanos, y combinan de forma magistral las melodías tradicionales con el baile. Para lograr los ritmos hipnóticos se utilizan las kradebs, una especie de castañuelas de hierro, y los tambores, así como el gimbri, un instrumento de tres cuerdas que produce los sonidos más conocidos de esta música. Hoy en día, esta música puede aparecer fusionada con otros géneros como el jazz, el hip-hop o el reggae.

H de Henna
La henna es un elemento natural que lleva más de 5.000 años adornando las pieles de los marroquíes, principalmente las mujeres, bajo una esfera no solo cosmética, sino también cultural y espiritual. Procede de las hojas de una planta que, tras secarse, se pulverizan para obtener un polvo que actúa como tinte al mezclarse con agua. La henna es muy utilizada en nacimientos y bodas marroquíes porque es símbolo de suerte y felicidad, actuando a modo de talismán.
I de Imilchil
En el Moussem de Imilchil, los pastores bereberes de la tribu de los Ait Haddidou se dan cita año tras año para bailar, abastecerse ante la llegada de los primeros fríos y cumplir con sus deberes religiosos. Lo hacen en la explanada conjunta al Morabito de Sidi Ahmed Oulmghani, donde acuden a rezar, para después compartir su comida y negociar desde el forraje para el ganado, hasta el cereal que han llevado para la ocasión. Antiguamente, el encuentro también servía para encontrar una novia con la que casarse, pero hoy es el ambiente festivo el que domina esta tradición, en la que no faltarán los puestos de aguadores, vendedores de ganado, artesanos, barberos, herreros o comerciantes.

J de Juego de Tronos
El mundo entero cayó rendido a la serie Juego de Tronos, y todavía hoy en día son muchas las personas que acuden a Marruecos en busca de los escenarios en los que fueron grabadas algunas de las escenas más conocidas de esta serie. Por ejemplo, Aït Ben Haddou se transformó en Pentos -la ciudad que acogió a Daenerys en el exilio- y Yunkai, la ciudad amarilla. Además, algunas de las escenas también fueron rodadas en los Atlas Corporation Studios de Ouarzazate, mientras que Essaouira se convirtió en Astapor, la ciudad donde la Khaleesi pasa a controlar a su ejército.

K de Kasbah
La kasbah es un espacio fortificado de origen bereber. Un escenario de altos muros que, a modo de ciudad fortificada, servía como escudo de protección contra los ataques enemigos y las tormentas de arena. Las kasbahs, como la de Aït Ben Haddou, forman parte de la arquitectura tradicional marroquí y su perfil, elaborado con ladrillos de adobe, puede encontrarse en diferentes puntos de país, desde Ouarzazate a Rabat, pasando por el Valle del Draa. Realizar la Ruta de las Kasbahs, para ver de cerca estas impresionantes fortalezas, es obligado si vamos a Marruecos.
L de Laúd árabe
El laúd árabe o ud es un instrumento de cuerda que recuerda a una pequeña guitarra. Tiene una caja de resonancia redondeada, en forma de pera y con unas preciosas rosetas trabajadas en la tapa. Además, posee un mástil corto y sin trastes, con 11 o 12 cuerdas, que antes eran de tripas y ahora son de nylon. Su sonido es más agudo que el de la guitarra y se apoya en las piernas de la persona que lo toca. Para muchos, el laúd árabe es el rey de los instrumentos musicales árabes.

M de Mamounia
La Mamounia, situada en Marrakech, es un palacio convertido en hotel. Propiedad del Rey de Marruecos, es el alojamiento más lujoso del país, tanto por su exquisita decoración, como por el lujo que esconde en los detalles y el excelente servicio que ofrece a los huéspedes. En él se pueden encontrar habitaciones, suites e incluso auténticos riads privados. Son también famosos sus cuatro restaurantes y los preciosos jardines que rodean las estancias, además del spa, donde todo está pensado para el bienestar de los huéspedes que lo utilizan.
N de Nopal
El nopal es el protagonista de Moussem Aknari, de Sidi Ifni, que refleja la importancia de la importancia que ha pasado a tener la chumbera y su fruto en Marruecos, tanto por sus propiedades cosméticas como nutricionales, convirtiéndose en sustento de muchas familias en el sur marroquí, de clima desértico. En el Moussem Aknari, centrado en el nopal, hay degustaciones, feria agrícola, mesas redondas y conferencias, y un ambiente festivo, en el que no falta la música amazigh y que culmina con la elección de “Miss Cactus”.

O de Oasis
Los oasis son uno de los paisajes más simbólicos de Marruecos. En medio de un terreno seco e inhóspito se levanta un auténtico vergel, donde brota el agua y crecen las palmeras y abundante vegetación. El oasis más grande del mundo se encuentra en Tafilalet, al sur del país, en una región repartida entre las ciudades de Erfroud y Rissani. El verde de los valles fértiles contrasta con la aridez del desierto, dando lugar a increíbles paisajes que los visitantes no se cansan de fotografiar.
P de Pastela
La pastela la puedes encontrar rellena de pollo o pichón, pero una de las más deliciosas es la pastela de leche, convertida en el dulce más famoso de Fez. También conocida como jawhara o ktefa, esta receta suele ser protagonista de celebraciones y bodas. No es difícil de preparar y esconde el secreto de su éxito en su exquisita combinación de ingredientes, que le aportan un sabor delicioso.

Q de Quiroga
Sira Quiroga es la protagonista de “El tiempo entre costuras”, la novela de María Dueñas que después fue llevada a televisión. Si el apellido Quiroga está ligado con Marruecos es porque la autora situó parte de la vida de esta modista en algunos escenarios marroquíes, como Tánger, Tetuán, Asilah y Chaouen. Fascinados por la acción de este libro, muchas personas acuden a Marruecos a realizar el Circuito “El tiempo entre costuras”, que recorre los escenarios en los que se desarrollaba la acción del libro.
R de Riad
Hay personas que se preguntan qué es un riad cuando descubren la oportunidad de alojarse en uno de estos alojamientos en su visita a Marruecos. Un riad, una palabra cuya traducción literal es “jardín”, es una construcción con un patio interior, alrededor del cual se encuentran las habitaciones y diferentes estancias. Hoy en día, muchos de estos patios tienen una pequeña piscina para que los huéspedes puedan relajarse, ajenos al barullo de la medina. Estos alojamientos no suelen tener más de tres plantas y constan de un número no demasiado elevado de habitaciones, lo que forma parte de su encanto.

S de Sáhara
Cuando pensamos en Marruecos, una de las primeras imágenes que nos viene a la cabeza es el desierto del Sáhara. Sus increíbles paisajes, con altas dunas, constituyen la oportunidad de dejarte envolver por un ambiente único. Dormir en jaima y las noches en el desierto, con el cielo iluminado por miles de estrellas al estar alejado de cualquier punto de contaminación lumínica, son una de las sensaciones más increíbles que podemos experimentar en Marruecos.

T de Té
El té en Marruecos es mucho más que una bebida popular. Es una forma de entender la vida, un momento de charla y descanso, el punto de conexión con otras personas y una forma de dejar pasar las horas y descansar del viaje. Tiene un sabor intenso y único, y no hay que dejar pasar la oportunidad de tomarlo con calma, ya sea en una terraza o, sobre todo, cuando alguien te invita a compartir ese momento con una sonrisa.

U de Uarzazat
Uarzazat, también conocida como Ouarzazate, es una ciudad al sur de Marruecos. Conocida como “la puerta del desierto”, esta ciudad fue en su momento un antiguo punto de tránsito en la travesía de los comerciantes africanos que marchaban camino de Europa. En esta localidad se encuentran los Atlas Studios, los estudios cinematográficos más importantes de Marruecos y los de mayor extensión en todo el mundo. En ellos fueron grabadas películas como La guerra de las galaxias, La última tentación de Cristo, Gladiator, Astérix y Obélix, y Lawarence de Arabia, entre otras.
V de Volibilis
Volubilis es una de las grandes sorpresas que esconde Marruecos. Se trata de una ciudad romana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con el yacimiento arqueológico romano mejor conservado del norte de África. Está situada a unos 20 kilómetros de Meknès, y muy cerca de Mulay Idris, la ciudad santa de Marruecos, lo que la convierte en el escenario perfecto para realizar una visita cultural.

Y de Yves Saint Laurent
Aunque la nacionalidad del modisto Yves Saint Laurent era francesa, no se puede entender su vida sin hacer referencia al intenso amor que sintió por la ciudad de Marrakech. La primera vez que el diseñador viajó a Marruecos tenía 30 años y quedó fascinado por la ciudad, sus colores y su gente. Años más tarde compraría el Jardín Majorelle, haciendo de este lugar su rincón preferido en el mundo, hasta el punto de que fue enterrado aquí, por expreso deseo suyo. Su azul Majorelle, utilizado en mucho de sus diseños, es uno de los colores que dominan en este paraíso que hizo su hogar.

Z de Zellige
El zellige es el azulejo de cerámica marroquí que ha triunfado en todo el mundo. Está fabricado a mano y, como elemento artesanal que es, tiene diferentes matices. No hay dos iguales, y eso forma parte de su encanto. En muchos ateliers de Marruecos se siguen trabajando al estilo tradicional, amasados con agua, moldeados a mano y secados a pleno sol, para después cortarse en infinidad de formas y tamaños, y pasar a decorar espacios interiores y exteriores no solo de Marruecos, sino de todo el planeta.
Hay muchas formas de recorrer Marruecos. En este caso, hemos querido hacerlo de principio a fin del abecedario, para sumergirnos en todo lo que nos puede ofrecer un país de contrastes, secretos y posibilidades.