Chebakia
Actualizado el 29/06/2017
Tal y como llegó se va: otro Ramadán que concluye. Mis felicitaciones a los que practican este rito lleno de detalles y que implica a toda la comunidad.
Es tanta su complejidad que incluso ciertos elementos de la gastronomía se convierten en protagonistas este momento del año, como la chebakia, el dulce por excelencia a la hora de romper el ayuno, en gran parte por su alto poder nutritivo.
Un abrazo a todos los musulmanes, a los que dedico la entrada de hoy, centrada en cocinar este postre tan característico. ¡Empecemos pues!
Ingredientes
– 1 sobre de levadura Royal
– 250 gr. de harina
– 100 gr. de almendras tostadas
– 75 gr de sésamo tostado (más lo que consideréis para espolvorear)
– 1 cucharadita de canela
– 50 ml. de agua de azahar
– 1 cucharadita de anís en grano
– 1 huevo
– 1 cucharada de vinagre
– 25 gr. de mantequilla
– 50 ml. de aceite de oliva
– 100 ml. de agua
– Aceite de girasol
– 500 ml. de miel
Preparación
Comenzaremos con la masa, siendo necesario preparar debidamente todos los ingredientes que la van a componer.
Por un lado molemos las almendras (que compraremos tostadas y sin piel) en una batidora hasta hacerlas puré (o de lo contrario quedarán trozos grandes y luego no podremos estirar bien con el rodillo). Por otro hacemos una pasta con las semillas de sésamo tostadas, echándolas al vaso de la batidora junto con un buen chorreón de aceite y anís en grano.
Seguidamente añadimos en un cuenco las almendras hechas puré, un huevo, canela y una cucharada de vinagre, mezclándolo todo con un tenedor. Posteriormente agregamos la pasta de sésamo, aceite y agua de azahar (ese último ingrediente valorable si queréis proporcionar matices pero prescindible si no lo tenéis en casa). Removemos todo.
Echamos la mezcla en un bol y le incorporamos la levadura y después la harina, bien tamizada y añadiéndola poco a poco mientras que amasamos y nos aseguramos que se integre, o correremos el riesgo de enfrentarnos a una masa llena de grumos con la que no seremos capaces de lidiar.
A continuación la colocamos en la encimera, agregamos poco a poco el agua y seguimos trabajándola durante al menos 15 minutos. Os advierto que habrá momentos en los que penséis que os está quedando pegajosa pero no os preocupéis: amasando con cariño y paciencia volverá a tener una textura normal.
Sobre este último paso habrá quien tenga la iniciativa de no incorporar agua porque aprecia que la masa ya está bien ligada; si tomáis esa decisión os aseguro, con casi toda probabilidad, que al freír os quedará demasiado crujiente y seca.
Una vez lista hacemos una bola con ella y la envolvemos en un film, dejándola reposar al menos 30 minutos, incluso metiéndola en el frigorífico si como yo os ha entrado el arrebato de hacerlas en Sevilla en plena ola de calor.
Pasado el tiempo de reposo extendemos bien y dividimos en tres partes para que resulte más cómodo. Nos quedamos con el trozo que vamos a trabajar en primer lugar y lo estiramos con el rodillo (o mejor con una máquina de pasta si la tenéis) hasta dejarlo lo más fina posible.
Posteriormente realizamos rectángulos de unos 6 cm. aprox., y en el interior de cada uno 4 cortes paralelos que no lleguen a los bordes, tal y como ilustra la foto siguiente. Podéis realizar este proceso de forma mucha más cómoda y certera si disponéis de un cortador específico de chebakias.
Ahora llega la parte más complicada con diferencia: darle la forma. Es un proceso que necesitará de vuestra paciencia y de decenas de chebakias descartadas (menos mal que la masa se puede reutilizar).
Colocamos sobre la palma de nuestra mano el rectángulo, y con el dedo índice separamos las tiras alternativamente (una arriba, otra debajo, etc.). A continuación dejamos las de los laterales fijas y plegamos las interiores hacia adentro, como si fuera un calcetín. Finalmente aplastamos los extremos y abrimos un poco las tiras. La forma final debería ser parecida a la de una rosa.
Mientras, ponemos aceite de girasol a fuego fuerte para que se vaya calentando, y en una cacerola miel a fuego medio-fuerte. A medida que las vayamos haciendo las incorporamos a la sartén. Es importante dejarlas el tiempo justo, para que no queden secas o demasiado crujientes, por lo que en cuanto estén doradas las sacaremos y echaremos directamente en la cacerola, dejándolas reposar con la miel caliente al menos cinco minutos.
Finalmente las colocamos en un plato, espolvoreamos sésamo tostado por encima y ya estarán listas! Ya sólo quedará optar por guardarlas en un tupper en una estantería bien visible y sucumbir a la tentación, a un ritmo de una chebakia cada quince minutos, o quedarnos con cinco o seis y repartir el resto entre vecinos y amigos. En vuestra conciencia dejo qué decisión tomar.
Algunas recomendaciones
– La miel es importante que no tenga aroma (tomillo, romero, etc.) o alteraremos el sabor final.
– Si no tenéis almendras o queréis probar una variación sustituid los 100gr de almendras por 75gr de piñones. De igual manera, los piñones deben estar tostados previamente a molerlos.
– Si la miel no es de vuestros ingredientes favoritos, siempre podéis rebajarla con algo de agua o sencillamente barnizar por encima en lugar de introducir las chebakias en ésta.
– Están mucho más ricas de un día para otro!
Y con estas últimas recomendaciones finalizo la receta de chebakia; espero que os anime a prepararlas pero, si no fuera el caso, os invito a probarlas cuando vayáis a Marruecos, suele ser el dulce más presente en las pastelerías y el principal culpable de que huelan a miel y sésamo. Un abrazo a tod@s y nos vemos en la siguiente entrada!
Si quieres saber más, visita nuestra página sobre platos típicos marroquíes.
Y si crees que a alguien le puede interesar … !compártelo!
Twittear
Hola.muchísimas gracias por la receta. Acabo terminar de hacerlas. Tiene una pinta estupenda.hay varias formas de hacerlas. Un abrazo.
Buenas tardes Nataly.
Me alegra mucho que te hayan gustado!!!! Un saludo
Y la mantequilla para que es?
Hola! La Mantequilla la utilicé solo para que la masa no se quedara tan pegada a la hora de removerlo. Es ideal para ponerlo en el bol bien extendida antes de comenzar a echar los ingredientes. Un saludo!
me ha gustado como lo has redactado gracias
De nada Karima! Un saludo