Sopa de tomate marroquí
Actualizado el 07/04/2022
4 COMENSALES FÁCIL 170 CAL ENTRANTE 40′ (10′ PREPARACIÓN + 30′ COCCIÓN)
Comenzaré con una confesión: soy muy friolera. Tanto que cuando llega el invierno suelo adoptar un sistema de defensa por capas, como si una cebolla fuera: camiseta interior, camiseta de manga larga, jersey y chaquetón (o bata si es en casa).
Pero no hay mal que por bien no venga, pues sólo en invierno es posible degustar ciertos platos en toda su magnitud: me refiero a aquellos que no sólo sacian y agradan al paladar, sino que te hacen entrar en calor y casi se podría decir que te reconstruyen desde dentro cuando el frío acecha.
Hoy aprenderemos a cocinar una sopa de tomate marroquí. Un plato que no sólo cumple con todo lo descrito anteriormente, sino que además es tremendamente sencillo.
¡Empecemos pues!
Ingredientes
1 kilo de tomates bien maduros
2 cebollas medianas
2 cucharadas de paprika
Zumo de medio limón
1 cucharadita de comino
1 chorrito de vinagre
Aceite de oliva y sal
1 manojito de cilantro

Preparación
1 Ponemos en una sartén el aceite, las cebollas (bien picadas) y todas las especias (es decir, el comino y la paprika); si no se tuviera paprika, se puede sustituir por pimentón. Removemos todo bien y lo dejamos con la sartén tapada durante aproximadamente 7 minutos.
Como consejo, una vez se aproxima el tiempo recomendado, observaremos en qué momento las cebollas empiezan a estar pochas. Es entonces cuando debemos apartar la sartén del fuego.
2 En una olla ponemos los tomates enteros y los pasamos por la batidora; batiremos sólo hasta conseguir cierta homogeneidad y textura si queremos un plato de cuchara (tal y como aparece en las fotos) o seguiremos batiendo si la vamos a tomar en vaso.
3 Cocinamos a fuego lento durante 20 minutos lo que tenemos apartado en la sartén, el tomate batido, zumo de medio limón, vinagre y sal. Como toque personal, suelo añadir parte de las hojitas de cilantro, dejando el resto para decorar el plato.

Ya sólo quedará servir en los platos y comer, a ser posible con la sopa recién cocinada. Bien es cierto que hay quien prefiere dejarla reposar y tomarla fría, pero creo firmemente que es caliente como este plato adquiere su máxima expresión.
La próxima vez que queráis combatir el frío en una noche invernal sin emplear mucho tiempo, no tendréis más que seguir estas sencillas indicaciones ¡Un abrazo a tod@s y hasta la próxima entrada!
Si quieres saber más, visita nuestra página sobre la comida de Marruecos.