Fez el-Jdid
Actualizado el 25/08/2020
Aunque se suele pensar en el plano como un laberinto, cuyo único objetivo es llevar del punto A al punto B, hay otro acercamiento más profundo y alejado de esa concepción tan pragmática. Una aproximación al mapa como obra de arte, el más fidedigno retrato de una población a lo largo de su historia.
Porque detrás de un quiebro o los límites de una parcela hay testimonios de vidas pasadas y conflictos de intereses.
Este artículo explicará las tres razones principales que impulsaron el diseño de Fez el-Jdid.

Una nueva medina
Fes el Jdid tiene su origen con la entrada de la nueva dinastía a mediados del siglo XIII. A su llegada su proyecto principal se basaba en expandir la medina original, tarea imposible a priori al estar completamente saturada su trama urbana por el límite marcado por sus murallas.
Si era necesario ampliar la ciudad –pero conservando su esencia y origen para que los fasíes no especularan que se pretendía transformar su realidad– la única solución posible era crear una nueva medina con rasgos similares a la anterior y enfrentada a ésta.
La primera consecuencia es un nuevo barrio árabe que hereda la sinuosidad de la medina antigua, siendo la Rue Fez el-Jdid la calle que lo vertebra todo. Se trata sin embargo de una zona alejada de la exótica oferta artesanal que caracteriza a Fez el-Bali y más orientada a las necesidades diarias de la gente local.

Dar el-Makhzen
Fes el jedid también es el lugar en el que el nuevo poder se presenta a sus ciudadanos, en forma de un Palacio Real de numeras estancias y bastas dimensiones.
Con una explanada precediendo, las 7 puertas de acceso, que representan tanto los días de la semana como los niveles de la monarquía, exhiben un elaborado artesonado de bronce sobre madera maciza, encuadradas en un mosaico de azulejos de colores verdes y azules, en diálogo con la puerta principal de acceso a Fez el-Bali, la Bab Bou Jeloud.
Y es precisamente esa portada el único disfrute posible de las más de 80 hectáreas que abarcan el palacio. Una paradoja que para el peatón sólo suponga una sugerente estampa, mientras que sobre el mapa sea, con diferencia, el elemento más destacable de ambas medinas. Una involuntaria metáfora urbana del poder político en Marruecos, discreto pero siempre presente.

Mellah
Pero por encima de todo, Fes el Jedid es donde se reubicó el barrio judío, originalmente emplazado en la medina antigua. Siendo el más antiguo de Marruecos, terminó ejerciendo de modelo en los posteriores, hasta el punto que acuñó el término con el que se identificarían. La teoría más sólida es que previamente a la construcción del nuevo barrio se almacenaban allí los productos tratados con sal –o mellah en árabe–.
Fue gracias a los musulmanes que los judíos prosperasen en la península ibérica, y fue a Marruecos uno de los principales países donde huyeron después de su expulsión. Pero la convivencia no estaba exenta de fricciones con la población musulmana, como desgraciadamente sigue ocurriendo en cualquier país ante la llegada de una cultura foránea.

Ello provocó que, primero en Fez y luego de forma casi sistemática en el resto del país, la colectividad sefardí se concentrara, lindando con el palacio real para disfrutar de su protección y protegiéndose con su propia muralla. A efectos prácticos, guetos consentidos para evitar males mayores.
Frente a las construcciones musulmanas, celosas de su intimidad, éstas se manifiestan en la calle, con balcones de hierro forjado y madera. También es aquí donde se ubican la mayoría de las joyerías de renombre, pues fueron estos los que promovieron el comercio de metales preciosos. Pero la mellah no es sólo un paisaje urbano lleno de guiños a su comunidad, sino también el marco de lugares con características propias.

Como la Sinagoga Ibn Danan, una de las más importantes del país y perfecto ejemplo de lo que identifica a estos lugares de culto, con una espacio de congregación que gira alrededor de las enseñanzas de la Torá, custodiada en el arca situada frente al púlpito.
Testigo de la influencia del judaísmo en el islam, las fieles también tienen segregada su lugar de oración en una planta superior, a fin de evitar situaciones indecorosas durante las postraciones. También dispone en planta subterránea de un mikve, contenedores de agua donde sumergirse, claro precursor de la sala de abluciones.

Finalmente, delante de la sinagoga y volcando la mirada sobre las colinas que rodean Fez, se sitúa el cementerio judío, donde descansan quienes dejaron su impronta en la ciudad. Centenares de tumbas y mausoleos acotando la mellah en su extremo más alejado y creando un paisaje singular que recuerda que, aunque ya sin apenas presencia humana, los judíos son parte indispensable para entender el complejo trazado de la más antigua de las ciudades imperiales.
Localización: 34°03′ N 4°59′ O (ver mapa)
Extensión: 120 hectáreas aprox.
Fecha de construcción: Año 1276
Horario: Abierto las 24 horas (L-D). No se recomienda el sábado, pues todas las tiendas y monumentos están cerrados. Es preferible la visita antes o después del mediodía, al haber pocos sitios donde almorzar por la zona.
Coste de la entrada: Gratuito
Dónde comer: En esta medina sólo hay cafetines donde tomar un tentempié o hacer una parada para descansar, pues la mayoría de los restaurantes se encuentran en la medina antigua de Fez El Bali.
Si quieres saber más, visita nuestra guía con toda la información sobre Fez.
Hola estamos x viajar en Octubre y estaremos 2 dias en Fez Que me recomiendas visitar
Te comento que estaremos llegando después de visitar Marrakesh el Atlas (Tamadot) Skoura y Merzouga 1 noche en el desierto) quisieramos en lo posible no repetir experiencias Gracias !
Hola Gloria. Ciertamente, aunque vuelvas a visitar una ciudad imperial, pocas similitudes (a mi juicio) mantienen Marrakech y Fez. Si vais a estar 2 días, lo que recomiendo es el primero emplearlo la mañana en la medina más antigua, la de Fez el-Bali, y la tarde en la nueva, la que detalla este artículo.
El segundo día yo lo emplearía en visitar lugares no tan comunes en Fez, como las tumbas merínidas o incluso el American Fondouk (comúnmente conocido como el hospital de burros) y que es un lugar que ofrece tratamiento veterinario gratuito no sólo a burros, sino a toda clase de animales, sumamente interesante para mi gusto y que además dispone de visitas guiadas:
http://www.americanfondouk.org/index.html
Otra opción para el segundo día es visitar Meknes, otra ciudad imperial que tiene una identidad diferente a Fez o Marrakech, o algunos lugares de alrededor como Bahlil (famoso por sus casas cueva) o Azrou (por su bosque de cedros).
De todas formas, a modo de sugerencia te indico un circuito que solemos sacar tanto en fechas determinadas como en privado, para que lo consultes tanto si te interesa que te propongamos algo parecido para los dos días que vas a emplear en Fez como si te sirve de inspiración para ti. Fíjate fundamentalmente en el segundo y tercer día:
https://www.sientemarruecos.viajes/viajar/exclusivo-secretos-fez/
Saludos.