Rissani
Actualizado el 17/06/2020
Debo comenzar con una confesión: me produce cierto respeto iniciar una conversación con otro apasionado de Marruecos, pues temo el momento en el que me hable de un lugar que apenas conozca o que ni siquiera me suene. De quedar a la altura del betún.
Por ejemplo, había cierta ciudad a la que no le había prestado mucha atención pero de la que no me paraba de hablar otra apasionada del país y, como ser esquiva cuando la nombraba empezaba a resultar sospechoso, me propuse conocerla en profundidad en el siguiente viaje.
¿Resultado? Después de esa experiencia dejé de considerar a Fez el entorno urbano donde la sensación de viajar en el tiempo resultaba más patente. Rissani me había hecho cambiar de opinión y, de paso, me recordaba por qué nunca se viaja lo suficiente a Marruecos. ¡Empecemos pues!

Un poco de historia
Aunque no sea muy amiga de aportar fechas a los artículos, me vais a permitir hacer una excepción con Rissani pues, quitando la puerta de acceso, su aparente discreción oculta un glorioso pasado que obedece a dos cuestiones: compartir emplazamiento con Sijilmasa y ser cuna de la dinastía alauita.
Probablemente fuera de suma importancia su emplazamiento (a las puertas del desierto, en el cruce de dos de las más importantes rutas transaharianas y a escasos kilómetros de un río y un oasis) que se decidiera construir Sijilmasa a mediados del siglo VIII, a las afueras de la actual Rissani, convirtiéndose en una de los principales puntos de encuentro comerciales.
Seguramente también por su situación privilegiada fuera protagonista de una historia intensa y convulsa (guerras, tomas, destrucciones, reconstrucciones, …) hasta que en el siglo XIV se convirtiera en el punto de partida de la actual dinastía para emprender conquistas por todo el país.

Qué hacer en Rissani: El Rissani vivo
No me cansaré de decirlo: pese a que, indudablemente, Marruecos posee numerosos monumentos de interés, su mayor patrimonio está vivo: su gente, su cultura, sus fiestas, …
Es por ello que visitar Rissani un día que no sea martes, jueves o domingo implicaría no entender la esencia de esta ciudad y perder una oportunidad única. Es en esos días cuando conecta con su pasado al presentar su mercado, foco principal de los comerciantes de los alrededores.
Una vez accedamos, con casi total probabilidad, estacionando el vehículo en la bolsa de aparcamientos de la zona sur, y hayamos atravesado una pequeña serie de puestos temporales, podremos admirar uno de los espacios más fotografiados: un espacio atestado de burros, que tanto sirve de parking gratuito como para mercadear.

Puede llegar a parecer chocante que algo tan sencillo como una explanada de tierra con sencillas estructuras a las que sujetar los burros pueda traducirse en un espectáculo tan entretenido: sobre el continuo fondo sonoro del rebuzno, observaremos como los participantes en la compra venta realizan tareas como el examen visual o el regateo.
Tampoco deja de resultar curioso que sea la única zona de animales en todo Rissani que no esté acotada con paredes. Probablemente se deba a su gran extensión, pues no hay que olvidar la importancia del burro en la economía local marroquí: se trata de la opción preferida para el transporte de mercancías, gracias a su excelente relación calidad-precio.
Al despedirnos de tan entrañable animal, daremos con una calle que, en su lado derecho, además de carromatos dispuestos de forma improvisada destinados a la alimentación, dispone de un gran muro perimetral de adobe y en cuyo interior, en diferentes compartimentos, tiene lugar el comercio de otros animales.

Un espacio, una especie: vacas, cabras, ovejas,… pero todos con distribución similar: una galería, donde aguardan los comerciantes y parte del ganado, y un patio, en el que otros ejemplares se exhiben para su examen y comercialización.
A continuación llegaremos al mercado permanente donde, bajo techos de madera, tela, cañizo y uralita que protegen del sol y proporcionan un ambiente onírico, se disponen en galería pequeñas tiendas, con ofertas centradas en satisfacer las necesidades a corto plazo: alimentación, ropa, reparaciones, peluquería, …
Lo más llamativo es el alto número de bicis que salpican todos los espacios. Esto es debido a que suelen ser la forma habitual de desplazarse de los trabajadores del mercado y de algunos compradores, sumado al hecho de que los burros permanecen en el aparcamiento para permitir un sistema más limpio e eficiente.

Visitar los mercados de Rissani es algo en lo que fácilmente podremos emplear toda una mañana y que perdurará en nuestra memoria, debido a su experiencia multisensorial, ser el punto de encuentro de las personas de los alrededores y, sobre todo, gracias a su autenticidad y genuinidad.
Además, así podremos verlos en todo su apogeo y emplear la tarde en la vertiente monumental de Rissani, no sin antes realizar una parada para almorzar. Y para ello nada mejor que probar una pizza bereber, acudiendo a alguno de los pequeños restaurantes que se localizan en los alrededores del mercado. No será lo mismo que una cocinada bajo la arena, como mandan los cánones, pero tened por seguro que enriquecerá nuestro paladar marroquí.


Qué ver en Rissani: El Rissani monumental
Comenzaremos con los testigos de la importancia histórica de esta ciudad visitando dos ksars, es decir, construcciones surgidas al amparo del comercio, y que obedecen tanto a la gestión y control de rutas como al alojamiento de familias poderosas.
Estas construcciones se realizan fundamentalmente con materiales sostenibles y perecederos: barra y paja que se introducen en moldes verticales, más otros elementos estructurales y horizontales de madera y cañizo. Todos extraídos del lugar, generando la impresión de que la construcción emerge del terreno, pero también implicando una continua manutención.
Esta última particularidad provoca que se suela establecer una clasificación entre ksars: los que están bien mantenidos y los que no. El primero de los que comentaremos, Ksar Oulad Abdelhalim, por desgracia obedece a la segunda clasificación.

Se trata de la residencia del representante del sultán en la zona y se remonta al siglo XIV. De generosas dimensiones, incluía además del propio palacio, un barrio rico y otro de esclavos. Como anticipaba, hoy día es difícil discernir esta distribución debido a su estado. Algunos elementos que nos pueden ayudar a diferenciar son los restos de un patio ajardinado (barrio noble) y lo que parece ser un hammam público (barrio de esclavos).
A pesar de ello, el ksar presenta ciertos signos de vida, confiriéndole un aspecto heterogéneo donde espacios en declive conviven con otros mejor conservados mediante el uso de provisionales estructuras y otros en un más que aceptable estado y salpicados de signos de cotidianidad como tendidos de ropa o pozos de agua.


Todo ello porque, a pesar de que suele optar por abandonar los ksars hacia construcciones más modernas, hay quien se resiste a ello y realiza una mínima restauración del lugar. Estos habitantes, o bien son herederos de los antiguos dueños, o son familias a las que los gobiernos locales les proporciona cobijo y una pequeña manutención a cambio de que lo conserven.
Otro que debemos visitar es Ksar El Fida, que gracias a las subvenciones recibidas, el haber albergado un museo y seguir apostando actualmente por la explotación turística, puede conservar su dignidad constructiva.

Concebido como palacio y mecanismo de control de las caravanas comerciales, es mucho más reciente que el anterior (siglo XVII), y por tratarse de una residencia noble tiene menos espacios, pero de mayores dimensiones y majestuosidad: fundamentalmente acceso y patio de entrada, vivienda, hammam y jardín.
La visita únicamente se puede realizar guiada (se suele pagar la voluntad, y de media se ofrece 100 dírhams al guía). Éste, familiar del dueño original del ksar, si bien tiene dificultades para expresarse en español, el esfuerzo de entenderlo merecerá la pena, pues no sólo nos hablará de su historia, sino que también relatará anécdotas que seguramente nos ayudarán más a recordar este edificio.


Por ejemplo, nos dirá que originalmente fue concebido por el sultán como residencia de su hijo, y que debe su nombre a una fuente cercana que abastecía al pueblo y proporcionaba mucha agua en épocas de lluvia intensa (fida, además de significar redención, suele utilizarse como contracción en árabe de fayadan, traducido como inundación).
También nos hablará de la curiosa forma que tenían de crear colmenas de abejas para producir miel, mediante recipientes de madera encajonados en las paredes del ksar (en la imagen sólo se ve la puerta, faltaría todo el receptáculo de la derecha).

Continuaremos con la Zagüía de Mulay Ali Chérif, antigua fortaleza donde descansa el fundador de la dinastía alauita. Desgraciadamente, como suele ser norma en Marruecos en los lugares sagrados, la entrada para los no musulmanes es reducida, y se resume en un patio central, compuesto por una fuente, un jardín donde destacan las palmeras datileras y una galería perimetral que da acceso a otros espacios no visitables, como una mezquita o el mausoleo que conserva los restos del sultán.

Finalmente nos dirigiremos a Sijilmasa, antiguo asentamiento bereber que data del siglo VIII y uno de los protagonistas del comercio transahariano, a las afueras de la ciudad (si bien no pocas veces podremos leer erróneamente que se identifica a Sijilmasa con Rissani, como si se tratara del mismo lugar pero en diferentes etapas).
Tiene unas características constructivas similares a los dos primeros ksars, pero desgraciadamente ni tiene un mantenimiento adecuado ni está debidamente protegido, por lo que el aspecto actual se reduce a restos de algunas paredes. Aun así, recomiendo encarecidamente su visita por lo que significa.

Está situado a un kilómetro de la ciudad, en la carretera que conecta con zonas más urbanas como Erfoud, Ouarzazate o Marrakech, con lo cual podremos aprovechar tanto a la idea como a la vuelta en ese trayecto y dejarlo para el inicio o el final de la visita.
Y ahora sí, con este último monumento termina el artículo sobre Rissani. Y si aun así no estáis convencidos confiad en mí: la próxima vez que vayáis hasta Merzouga, en lugar de realizar la parada testimonial de costumbre en Rissani que consiste en tomar una foto delante de la puerta de acceso, emplead un día en visitarla: conseguiréis que se convierta en uno de vuestros lugares favoritos de Marruecos.
Si alguien quiere hacer algún comentario o aportación, será bienvenido ¡Gracias y felices viajes!
Localización: 31°18′N 4°16′O (ver mapa)
Población: 20000 aprox.
Fundación: Siglo XVIII
Clima: Temperaturas medias máximas y mínimas por estación: Primavera (34-09 ºC), Verano (43-22 ºC), Otoño (34-09 ºC), Invierno (21-03 ºC). Sin apenas precipitaciones durante todo el año.
Dónde comer: Al ser un sitio de poco turismo hay pocas opciones para almorzar, todas orientadas al público local y la mayoría concentradas en los alrededores de la Place du Centre. Se recomienda pedir pizza bereber o madfouna, masa de pan rellena y cocinada al horno de leña.
Rissani se encuentra a las puertas del desierto. Si quieres saber más, visita nuestra página sobre el desierto del Sáhara.
Hola,
Estoy proyectando un viage por el sur de Marruecos, siguiendo principalmente las rutas aqui indicadas con salida desde Fes y llegada a Marrakech (o sea a la inversa); conozco Marruecos por bastantes viages, la primera hace unos 30 años ( que eran otros tiempos….); el viaje que habia programado ( con autobus y chofer desde Fes) lo tuve que cancelar pues entro justo en las fechas previstas la pademenia ( marzo 2020). Agradecieria cualquier apoyo logistico,de guias de habla nativa ( arabe), y al ser posible ingles y español, etc.Mi intencion es programar otro viage ( no es comercial, sera de un grupo de amigos); Quedan por aclarar posibilidades reales de vuelos desde Malaga,p.e.
El itineratio tambien pudiese comenzar en Marrakech como punta de partida y terminar en Fes.
A ver si pudiesemos colaborar.
Un saludo cordial,
V.Bahmann
Buenas tardes Volker. Muchas gracias por tu comentario, podemos prepararle el presupuesto que nos solicita sin problema, puesto que estamos especializados en los viajes en privado.
Si tenga en cuenta, que para este tipo de peticiones, nos tiene que enviar un email a info@sientemarruecos.viajes o bien rellenar el formulario que encontrará en el siguiente enlace de nuestra página web: https://www.sientemarruecos.viajes/viaje-marruecos-privado/
Un saludo!
Sólo conozco Marraquet y la falda del valle de Aurica,me encantó. Me llevo a mi infancia,co la acequia y las sillas para comer fresquitos.
Hola Pilar!
Esa es de las cosas que más me gusta de Marruecos, que tengo la sensación de transportarme a mi infancia, puesto que tienen un estilo de vida muy parecido. Si te gustó la zona del Valle del Ourika, no tengo dudad que te encantará Rissani. Un saludo!
Hola Mariluz descubrí ti blog buscando información sobre Risanni, ya que he conocido a alguien nativo de ahí.
Y desee saber más del lugar, realmente espero poder viajar pronto y conocer tan hermoso y enigmático lugar.
Estupendo Judith, seguro que Rissani no te defraudará. Saludos!
Llegue a tu blog por tu comentario en mi web sobre Rissani
Excelente post!
Gracias por visitar #dandovueltasfotos
Qué bueno tenerte por aquí, Jose. Me alegra que te haya gustado y gracias a ti por comentar!
Me ha encantado esta entrada . He visitado Rissani en dos ocasiones pero no he pasado más allá del mercado y solo unas horas de estancia… no sabía que tenía tanta historia.!!
Gracias.
Hola Toñi! Me alegro que esta entrada haya servido para que, la próxima vez que viajes a Marruecos, te plantees una visita de mayor duración en Rissani. Un saludo!