Aït Ben Haddou
Actualizado el 24/06/2020
Nos encontramos en la Ruta de las mil Kasbahs, uno de los lugares más insólitos y con más encanto de Marruecos. Este interesante recorrido por el sur del país transcurre por el valle del río Dades y Todra, entre la cordillera del Gran Atlas.
Aunque a veces se le identifica kasbah, Aït Ben Haddou es en realidad un ksar. Es decir, un pueblo fortificado y formado por kasbahs hechas de adobe (arena, arcilla, agua y, a veces, material orgánico como paja o estiércol) que, una vez moldeado, se deja secar al sol. Una forma de construir muy peculiar utilizando materiales del propio suelo y que genera la sensación de que la construcción emerge del paisaje, pero que también obliga a un mantenimiento y restauración continuos.
De una belleza que impresiona, situado a unos 190 kilómetros de la ciudad de Marrakech y a unos 30 de Ouarzazate, preside el valle del río Ounila y es uno de los muchos lugares mágicos de Marruecos. Considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1987, este conjunto de kasbahs es uno de los mejores conservados, más antiguos y más espléndidos ksars del país.

Un poco de historia
No se sabe con exactitud la fecha de construcción de Aït Ben Haddou, aunque se cree que data del siglo XI. Su origen, como el de otros ksars, es el asentamiento de una tribu bereber (tribu en amazigh se dice Aït), que construían estas características ciudades amuralladas, coronadas con torres defensivas y situadas en lugares cercanos a cauces y tierras aptas para el cultivo.
Además se situó tanto en pleno Valle del Ounila como a lo largo de una de las más importantes rutas comerciales transaharianas y se estableció como uno de los mayores puntos estratégicos desde el que controlar el trayecto que unía la antigua Sudán con las ciudades imperiales de Marrakech, Fez y Meknès, abasteciendo a las caravanas de comerciantes y adquiriendo consecuentemente gran importancia.


Posteriormente se fue despoblando cuestión que, unida a la vulnerabilidad de las construcciones de adobe, la sumió en un estado de semi-abandono. Los fondos aportados por la UNESCO, por algunas iniciativas públicas y privadas y el rodaje de numerosas películas han permitido detener el proceso de deterioro y rehabilitarlo.
Los habitantes del ksar, buscando mejores condiciones para vivir, se fueron desplazando al otro lado del río, creándose el pueblo o villa nueva que es donde reside la mayoría. Debido a la afluencia de visitantes se han desarrollado en los últimos años diferentes establecimientos dedicados al turismo: hoteles, riads, cafeterías, restaurantes, tiendas con ofertas de fósiles, minerales y de artesanía, etc.

El ksar
Desde la villa nueva se presenta ante nosotros la ciudad bereber Aït Ben Haddou sobre una colina de unos 100 metros de altura, en el margen derecho del río Ounila, rodeada de cultivos, palmeras y árboles frutales, que aportan un verdor que contrasta con el paisaje árido y rocoso del camino. Desde aquí hay una vista espectacular del ksar, con diferentes tonalidades de rojo según la hora del día. Es un buen lugar para hacer fotografías.
Para cruzar el río Ounila que separa la fortaleza de la parte nueva hay dos alternativas: un puente, construido no hace muchos años, o, lo más divertido, cruzar sobre sacos de tierras. En la época de lluvias el río sufre fuertes crecidas y, antes de la construcción del puente, los habitantes del ksar quedaban incomunicados teniendo que cruzar con burros o dromedarios.
La visita al interior de Aït Ben Haddou es gratuita, no siendo necesario llevar guía, aunque con toda probabilidad se ofrezcan a la entrada (se recomienda no pagar más de 50 dírhams por cabeza). Lo que sí merece la pena es entrar en sus casas para ver la forma de vida y las curiosidades de construcción y decoración; con una propina al propietario es posible que os las enseñen.
Plano del ksar (click para ampliar)
Esta fortaleza está rodeada por una muralla, reforzada por torres angulares que le servía de protección y sólo dos puertas controlando las entradas y salidas. Dentro nos encontramos laberínticas callejuelas, casas y edificios muy antiguos y bien decorados exteriormente. Son solamente unas diez familias las que habitan el lugar, por lo que en su interior se respira paz y tranquilidad. Hay algunas tiendas de antigüedades y también trabajan algunos artistas.
El ksar cuenta con un barrio popular con casas de una o dos plantas (siendo aquí donde se encuentran la plaza pública, la mezquita y la escuela coránica). Un barrio aristocrático, situado en la parte baja y con casas ricamente decoradas de hasta cinco plantas y finalmente un barrio judío, situado en la parte alta a la derecha y visiblemente más deteriorado.
Las mejores vistas se tienen desde lo alto de la colina, con el palmeral, el alto Atlas y el desierto a nuestros pies. Para llegar hay que subir una escalera que hay entre las callejuelas del ksar; el atardecer desde este punto es una delicia. Es aquí donde se sitúa el granero, lugar de almacenamiento de alimentos y espacio más preciado e inaccesible en caso de sufrir algún asalto.

Aït Ben Haddou y el cine
Los amantes del cine seguro que sabéis que esta fortaleza ha quedado inmortalizada en multitud de películas, siendo uno de los lugares más cinematográficos de Marruecos. Su aspecto exótico y las condiciones climatológicas hacen de este ksar un lugar estupendo para el rodaje de películas. Esto ha sido muy bien aceptado por sus pobladores por suponer un incentivo para la economía del lugar, además de proporcionar trabajo de extras a los lugareños.
Aquí se han rodado escenas de una larga lista de películas desde los años sesenta, entre ellas: Lawrence de Arabia, Jesús de Nazaret, La última tentación de Cristo, La Momia, Gladiator, Alejandro Magno y más recientemente la serie Juego de Tronos. Como curiosidad comentar que una de las puertas monumentales del ksar no es original, pues fue construida en hormigón para que Michael Douglas se estrellara con la avioneta en La Joya del Nilo.

Cómo llegar
Hay múltiples formas de llegar a Ait Ben Haddou, gracias la popularidad de este lugar. En caso de buscar algo organizado, partiendo desde Marrakech hay varias rutas organizadas, desde las que van específicamente hasta las que visitan lugares como Ouarzazate o incluso más alejados como Zagora o Merzouga, y que inevitablemente terminan pasando por este ksar.
En caso de optar por un taxi no deberíamos pagar más de 200 dírhams (taxi completo y trayecto) si partimos de Ouarzazate y 600 en el caso de Marrakech. En cualquier caso, dinero más que bien invertido para contemplar uno de los paisajes más icónicos e impactantes de todo Marruecos.
Localización: 31°03′ N 7°08′ O (ver mapa)
Extensión: 28.000 m2 aprox.
Fecha de construcción: Desconocida (probablemente siglo XI)
Horario: Abierto las 24 horas (L-D)
Coste de la entrada: Gratuito
Si quieres saber más, visita nuestra página con toda la información sobre el Sáhara.
Excelente información y fotos representativas.
Me alegra que te hayan resultado útiles la entrada y la galería de fotos, César.