Qué visitar en Tetuán
Actualizado el 17/12/2019
Tetuán se define por su medina (declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco), el ensanche español, los arrabales del protectorado y los nuevos barrios surgidos tras la independencia del país.
Centrándonos en su parte más antigua, cinco barrios componen la medina: al este Al-Balad, barrio aristocrático; al sureste Souiqa, el más antiguo; junto a la plaza Hassan II, el barrio judío o Mellah; al sur Tranqat, barrio comercial y al oeste Al-Ayun, el barrio más popular.
En la anterior entrada sobre qué ver en Tetuán dimos un paseo por la medina, concretamente por la zona de los zocos y el barrio Al-Balad, en el cual también cabe mencionar el palacio Lebbadi, uno de los más bonitos de la ciudad. Durante mucho tiempo fue propiedad del Pachá Lebbadi que lo hizo construir en el siglo XIX.
En este segundo recorrido comenzaremos por el este de la medina, donde se encuentra la Bab al-Okla, en español puerta de la reina porque ahí hacían guardia los soldados de Isabel II durante la ocupación de la ciudad por los españoles en 1860. Es uno de los principales accesos a la medina, lo que le convierte en un lugar muy concurrido. Consta de una puerta principal y una entrada secundaria.
La Escuela de Artes y Oficios
Merece la pena una visita a la Escuela de Artes y Oficios, frente a la Bab al-Okla, que ocupa un señorial edificio de arquitectura neo-árabe. Además de albergar un museo donde se muestran las tradiciones artesanas forma a jóvenes en los oficios tradicionales como el grabado, la taracea, la platería o el bordado.

El Museo Etnográfico
Junto al Bab al Okla se encuentra el Museo Etnográfico, que ocupa una antigua fortaleza del siglo XIX. Sus instalaciones se dividen en dos espacios: el jardín interior, con unas estupendas vistas panorámicas de parte de la ciudad con el mar mediterráneo y el río de fondo, y el edificio de dos plantas en donde encontraremos varias salas de exposiciones. Sus colecciones nos muestran muchos aspectos de la vida tradicional, cultural y religiosa de la región. De sus tradiciones artesanales destacan las piezas de azulejos, cuero y alfarería. También se muestran manifestaciones del arte del bordado, trajes tradicionales, joyas, etc.
Adentrándonos por la puerta de la reina, a la izquierda, llegaremos al barrio de Souiqa, el más antiguo de la Medina, ubicándose la Mezquita Yadida, del siglo XVII, y la zawiya de Lala Farrilla, del siglo XII.
Siguiendo en esta dirección, Kaa el Hafa nos conduce a la Bab Remouz o puerta de La Luneta, con vistas sobre el valle del río Martil y el Gorges, y que da acceso al barrio de la Mellah o judería, el lugar más animado al llegar la noche. En sus calles rectas y estrechas abundan mercerías, sastrerías y comercios que las llenan de color. A pesar de que quedan pocos judíos en el barrio, se conserva la actividad textil llevada ahora por musulmanes. En su día había numerosas sinagogas, pero hoy día sólo se conserva la de Bengualid.
En su calle principal, La Luneta, muy nombrada en la novela “El tiempo entre costuras” de María Dueñas, todavía se puede apreciar el esplendor que tuvo con sus suntuosas casas, muchas de las cuales tienen las fachadas recubiertas de azulejos de la Cartuja de Sevilla, y el antiguo teatro Reina Victoria. Esta calle nos conduce nuevamente a la plaza de Hassan II, punto de partida del anterior artículo sobre esta ciudad.
El Museo Arqueológico
Cerca de esta plaza, en la avenida Mohamed Ben Hossain, se encuentra el museo Arqueológico, construido en la época del protectorado. Es rico en objetos y obras de artes que abarcan desde la prehistoria hasta la época preislámica de Marruecos. Sus fondos proceden de excavaciones realizadas en el norte del país, principalmente en Tamuda y Lixus. El material arqueológico es muy diverso: cerámicas, mosaicos, ánforas, inscripciones, estelas funerarias, elementos arquitectónicos, monedas antiguas, útiles prehistóricos en piedra y en hueso, etcétera.

Si continuamos por la calle Mohamed Ben Hossain, llegamos a la Bab Tut, junto al ensanche. Por esta puerta se accede a la calle Tranqat, en el barrio del mismo nombre. Es sin duda la calle con mayor actividad comercial de la Medina y en ella podemos encontrar desde almacenes de grano o cristalerías, hasta las típicas cacharrerías con sus teteras, pipas de kif, instrumentos musicales, cerámica de Beni Saidi, además de dulces típicos y pastas. En este barrio se encuentran la zawiya de Mouley Mohamed de alto y blanco alminar, la magnífica casa de Abdeljalad Torres y la mezquita Baxa del siglo XVIII.
Por la calle Nyarin, tras cruzar un arco, nos adentramos en el barrio Al-Ayun o de los manantiales, que se eleva hacia el norte por la ladera del Dersa hasta la alcazaba de los Adives y junto a ella, las tumbas de los mullaidines fundadores de la ciudad. Este barrio se caracteriza por calles empinadas y gran cantidad de fuentes. Su calle principal es muy comercial y transitada y en ella se encuentra la gran Mezquita del Ayun, una de las más bonitas de la medina y la más grande después de la Mezquita Grande. Cuenta con cinco naves y un alminar de los más estilizados entre los de estilo morisco. A su lado se halla la zawiya de Ben Messud, siendo éste el lugar de su enterramiento.
Y ahora sí, con este segundo artículo concluye un recorrido de aquello que resulta imprescindible visitar en Tetuán. Espero que os sirva de ayuda para desentrañar los secretos de esta medina tan fascinante como inabarcable.
Si quieres saber más sobre la ciudad, visita nuestra guía con toda la información sobre Tetuán.