20 museos de Marruecos únicos que no deberías perderte
Marruecos alberga una increíble riqueza cultural que se refleja en sus museos. A la sombra de los más conocidos, presentes en las grandes ciudades, hay otras pequeñas joyas de la más variada temática que ofrecen una visión única de la historia, el arte y las tradiciones de este país, unida a las más modernas propuestas de un país en constante evolución.
De iniciativa tanto pública como privada, estos museos casi desconocidos de Marruecos son una sorpresa para quienes atraviesan la puerta de entrada sin saber muy bien qué se van a encontrar. Todos ellos conforman una ventana abierta a la identidad cultural de un país diverso y rico en propuestas culturales.
En Agadir
Museo Municipal del Patrimonio Amazigh
El Museo Municipal del Patrimonio Amazigh está dedicado a la preservación de la cultura y el patrimonio bereber, y ofrece una visión global acerca de la historia, las tradiciones y el arte amazigh, y su contribución a la identidad marroquí.
Las exposiciones que se pueden visitar incluyen más de 200 piezas, con objetos relacionados con la artesanía, la música y la vestimenta típicamente bereber, además de mostrar joyas tradicionales, armas antiguas, alfombras y utensilios tradicionales de madera usados en el día a día de este pueblo enraizado en la historia de Marruecos.
El museo también organiza conferencias y actividades culturales relacionadas con la cultura amazigh que ofrecen a los asistentes la oportunidad de aprender más acerca de su idioma, sus tradiciones y sus prácticas culturales.
Por otro lado, las personas que quieran completar su acercamiento a la cultura amazigh y su riquísimo patrimonio también pueden dirigirse a los Jardines Majorelle en Marrakech, donde se pueden contemplar algunas joyas y atuendos típicos de la identidad bereber.

Museo Universitario de Meteoritos
Esta exposición permanente se encuentra en la Universidad Ibn Zohr de Agadir y en ella se muestran diferentes meteoritos que cayeron tanto en territorio marroquí como en el extranjero, algunos de ellos procedentes de Marte.
Destaca el meteorito Tissint, de origen marciano, que cayó en Marruecos el 18 de julio de 2011, y también el meteorito Cheliábinsk, que cuando tocó tierra en Rusia, en 2013, provocó una explosión con una fuerza de entre 300 y 500 kilotones que hirió a más de 1.500 personas.
Museo del terremoto o Museo de la Memoria de Agadir
Este museo documenta el terremoto que azotó la ciudad de Agadir el 29 de febrero de 1960 y que dejó más de 12.000 fallecidos, por lo que es considerado uno de los más devastadores de Marruecos.
Situado en el Jardín de Olhao, un remando de paz en medio de la ciudad, su misión es rendir homenaje a las víctimas y preservar la memoria colectiva de este trágico evento que cambió para siempre la vida de la ciudad. A través de fotografías, testimonios y objetos recogidos tras el seísmo, los visitantes pueden comprender la magnitud de la tragedia y cómo fue la reconstrucción posterior de la ciudad. Además, se pueden escuchar grabaciones con el testimonio de los supervivientes y descubrir cómo volvió a levantarse una ciudad en la que el 90% de sus construcciones quedaron en ruinas tras el seismo.
Por otro lado, además de la exposición principal, el museo alberga una sala de conferencias y organiza eventos y proyecciones de documentales.
En Casablanca

Museo Judío Marroquí
Hace años, la población judía de Marruecos era muy numerosa, especialmente tras la expulsión de los sefardíes de la Península Ibérica. Cuando se creó el estado de Israel muchos emigraron, pero otros se quedaron en Marruecos, especialmente en Casablanca.
La ciudad ha querido reflejar en un museo, ubicado en una antigua sinagoga, la vida cotidiana de los judíos, permitiendo al visitante conocer sus ritos religiosos a través de pergaminos de la Torà y otros objetos litúrgicos. La exposición incluye también antiguas fotografías, vestimentas tradicionales, objetos rituales y otros elementos que reflejan la vida de la comunidad judía, y su contribución al patrimonio cultural y religioso de Marruecos.
El museo es, además, un claro ejemplo de convivencia y respeto entre las comunidades judía y musulmana que se ha mantenido a lo largo de la historia del país. Especialmente recomendable es asistir, si se tiene oportunidad, a alguna de las conferencias o actividades que organiza el museo, entre las que se incluyen algunas relacionadas con la cocina tradicional, la música o la danza.
En Fez
Museo de Armas Borj Nord
En lo alto de una colina situada junto a las murallas de Fez se levanta la llamada “Fortaleza Norte”, una construcción militar del siglo XVI que, además de poseer unas extraordinarias vistas, es el escenario perfecto para situar un museo sobre armamento histórico perteneciente tanto a Marruecos como a otros países, incluidos los que un día fueron rivales del pueblo marroquí.
El arma que más asombro despierta es un cañón de cinco metros, empleado en la Batalla de los Tres Reyes, en Alcazarquivir, en 1578. Pero en el museo también se pueden encontrar sables y espadas de diferentes épocas, entre otro armamento.
Museo Dar Batha
El Museo Dar Batha, también conocido como el Museo de Artes y Tradiciones Populares de Fez, es considerado uno de los mejores de Marruecos por la calidad de las piezas artesanales que allí se exponen, en disciplinas tan variadas como los bordados, las alfombras o los instrumentos musicales. Las colecciones están organizadas por regiones y ordenadas de forma cronológica, por lo que resulta muy fácil apreciar la diversidad de los oficios tradicionales marroquíes.
Situado en un magnífico edificio, con patio y jardín de estilo andalusí, este museo es un excelente lugar para conocer la cerámica de Fez, con su característico azul cobalto. Y para quienes quieran profundizar aún más en el patrimonio artesanal de Marruecos, el museo organiza exposiciones temporales de artesanos contemporáneos.

Museo Nejjarine de Arte y Artesanía de la Madera
La artesanía de madera siempre ha tenido una gran calidad en Marruecos y este museo ha asumido el reto de mostrarla a sus visitantes. Ya el edificio, una preciosa construcción del siglo XVIII antes utilizado como fonda, merece la visita. Cuenta con una impresionante fachada de madera talladas y un patio central decorado con mosaicos y detalles arquitectónicos de gran belleza.
Durante la visita se pueden observar sus diferentes elementos decorativos en madera, desde la extraordinaria viguería a las columnas del patio central, pasando por sus muebles, puertas talladas y celosías.
El Museo permite profundizar en las diferentes técnicas de ebanistería y los estilos y gustos ornamentales de Marruecos a lo largo de los siglos, desde las piezas más antiguas hasta las creaciones contemporáneas. En el recorrido, además, se pueden observar instrumentos musicales y otros objetos tradicionales, como balanzas.
Quien quiera un plus en su visita puede subir a su azotea, desde donde se contemplan unas preciosas vistas panorámicas de la ciudad de Fez, o bien asistir a alguno de los talleres y actividades que permiten conocer más a fondo las técnicas y los procesos de la carpintería marroquí.
En Marrakech

Museo del Agua de Marrakech
El Museo del Agua de Marrakech es una iniciativa pública que refleja la importancia del agua en la región, a la vez que intenta concienciar sobre la necesidad de preservar y gestionar sosteniblemente este recurso vital.
Una visita a este museo es una excelente oportunidad para conocer la historia del suministro de agua en Marrakech, desde los antiguos sistemas de riego a los métodos más avanzados de gestión hídrica. Entre otras cosas, el visitante puede aprender acerca de los khettaras o antiguos sistemas de canales subterráneos que se utilizaban para transportar y distribuir el agua.
Además, el museo organiza proyecciones de documentales y películas, y actividades interactivas para público de todas las edades, además de talleres y conferencias para entender la importancia del agua en el contexto local y global, concienciando sobre su conservación y consumo responsable.
Museo del Arte Culinario Marroquí
Marruecos es conocido por su rica tradición culinaria y su exquisita gastronomía, fruto de una fusión de influencias árabes, bereberes y mediterráneas. Para conocer las especialidades marroquíes, como los tajines y los cuscús, además de otras curiosidades sobre las especias, hay que acudir a este museo, situado en un precioso riad con un bonito patio interior.
Existe la posibilidad de escoger una degustación para apreciar los deliciosos sabores de los platos marroquíes y también se puede recibir un curso de cocina marroquí para intentar emular las riquísimas recetas al llegar a casa. Los platos pueden degustarse en la azotea.
Museo de la Mujer
El Museo de la Mujer está dedicado a las marroquíes y su papel en la historia, la cultura y la identidad del país. A través de la exposición se profundiza en diferentes aspectos sociales, políticos y económicos en los que la mujer ha sido una figura clave.
Las diferentes salas hablan de la historia de la emancipación de las mujeres en Marruecos, los roles de género y la contribución femenina en aspectos como la artesanía. Además, el museo organiza conferencias y talleres, y proyecta películas con el objetivo de concienciar y abrir un debate sobre los retos, los logros y la fortaleza de las mujeres.

Museo Boucharouite
Situado en un bonito riad de Marrakech, el Museo Boucharouite forma parte de una iniciativa privada que ha puesto en valor las magníficas y coloristas alfombras que confeccionan a mano mujeres campesinas de diferentes puntos de Marruecos.
Para crear las boucharouite se utilizan textiles, habitualmente trozos de tela y ropa reciclada a los que que se concede una segunda vida. Y aunque tradicionalmente estas alfombras no han sido reconocidas al ser considerado un arte popular, hoy son muy apreciadas por la inquietud artística que encierran, fruto de la creatividad de las mujeres marroquíes que las confeccionan.
Los boucharouite son piezas de arte original, con un diseño único en el que cada mujer vuelca su creatividad personal. Las alfombras elaboradas con esta técnica son una forma de arte contemporáneo y una expresión de la identidad cultural marroquí.
En las paredes del museo se pueden admirar las alfombras, a modo de obras de arte. Si tienes la suerte de que sea Patrick, el propietario del riad e impulsor de la iniciativa el que te las muestre, será un plus, porque te explicará el simbolismo oculto de cada una de las piezas e incluso la historia de algunas de las mujeres que las crearon.
Musée du Parfum
El Museo del Perfume, en la medina de Marrakech, invita a explorar los aromas y las fragancias típicamente marroquíes a lo largo de la historia. El recorrido incluye demostraciones prácticas donde los visitantes pueden aprender los procesos de extracción de esencias naturales utilizadas en la fabricación de perfumes y descubrir los ingredientes y las técnicas tradicionales utilizadas en la perfumería marroquí.
La exhibición permanente muestra frascos de perfume antiguos, así como diferentes utensilios utilizados en el almacenamiento y la aplicación de fragancias, en un país con una rica herencia perfumista y una industria que ha ido evolucionando con el paso de los años.
Antes de abandonar el museo se ofrece la posibilidad de realizar una fragancia personalizada, seleccionando y combinando diferentes esencias con aceite de argán para crear un perfume único.
En Meknes
Museo Nacional de la Música Dar Jamaï
La música siempre ha sido una de las expresiones culturales más importantes de Marruecos y este museo nacional de Meknes alberga una de las más importantes colecciones para aprender a distinguir las diferencias entre la música rural y la urbana.
Constituye una excelente forma de acercarse a las danzas folclóricas típicamente marroquíes, a géneros como la musica gnawa o a instrumentos musicales como el bendir, elaborados con las técnicas más tradicionales.
Además, ofrece una experiencia inmersiva en la música marroquí a través de proyecciones audiovisuales y audios que presentan interpretaciones en vivo. También se pueden contemplar trajes tradicionales, antiguas partituras y fotografías, y grabaciones donde la música marroquí es la protagonista.
Si se tiene oportunidad, conviene asistir a alguno de los conciertos que tienen lugar en el patio del museo, sin duda una gran oportunidad para apreciar la música marroquí.
En Merzouga

Morocco National 4×4 Auto Museum
Situado en el desierto de Merzouga, en este pequeño museo se pueden ver algunos de los vehículos más utilizados en esta región desértica, además de varios automóviles utilizados por el Rey.
Entre sus curiosidades se encuentra un Wrangler Jeep doble convertido o su versión para un solo conductor. Las personas amantes del mundo del motor disfrutarán de este museo en pleno desierto.
En Tánger
Museo de Tánger Villa Harris
Este museo se ubica en la antigua residencia del periodista y espía Walter Burton Harris, que tras años de abandono se ha convertido en un bonito edificio que sirve de marco para recoger la obra de artistas internacionales como Claudio Bravo o Jacques Majorelle, artistas que llegaron a Tánger emulando a Eugene Delacroix, el famoso pintor que encontró su inspiración de Marruecos.
En el edificio, catalogado como Patrimonio Nacional en 2007, también se pueden observar más de 200 obras de artistas contemporáneos, como Faried Belkahia o Fatima Hassam, además de otras creaciones de los más importantes orientalistas europeos.
Museo de la Fundación Lorin
Este pequeño museo, situado en la medina de Tánger, es otro ejemplo de iniciativa privada. Fue creado por un mecenas francés y se sitúa en una antigua sinagoga, recogiendo obras de artistas locales aderezadas con las fotografías del viejo Tánger.

Museo de la Legislación de los Estados Unidos
El Museo de la Legislación de los Estados Unidos muestra las relaciones históricas entre EEUU y Tánger, teniendo en cuenta que esta ciudad tuvo el estatus de zona internacional en la primera mitad del siglo XX. Está gestionado y promovido por la institución Tangier American Legation Institute for Moroccan Studies (TALIM), una iniciativa privada que presenta su colección en un bonito edificio de finales del siglo XIX, que combina el estilo andalusí y el europeo.
En el museo se expone desde mobiliario de época a obras de arte, como las de Marguerite McBey, pasando por documentación del escritor Paul Bowles, así como otras piezas que reflejan la estrecha relación que han tenido Marruecos y EE.UU.
En Tetuán
Centro de Arte Moderno de Tetuán
Los amantes del arte moderno disfrutarán de este museo de Tetuán, uno de los más recientes de esta temática del país. Situado en una antigua estación de ferrocarril transformada en un centro de exposición, también funciona como una escuela de nuevos talentos.
En Rabat
Museo de la Moneda o Museo Banco Al Maghrib
Los amantes de las monedas están de enhorabuena porque este museo de Rabat posee nada menos que 30.000. De hecho, se creó para poder mostrar las mejores piezas, así como para explicar el concepto de dinero, aunando divulgación e historia.
El museo está ubicado en la sede central del banco Al Maghrib y los visitantes pueden profundizar en la colección monedas y billetes históricos, desde la época preislámica hasta la actualidad, así como descubrir la evolución de la moneda en Marruecos, desde las más antiguas hasta los billetes más modernos.
También se ofrece información sobre el Banco Al-Maghrib y su función en la economía del país. Los visitantes pueden aprender sobre las políticas monetarias, los sistemas bancarios y la gestión económica en Marruecos.
Y para los interesados en la historia numismática de Marruecos, también se ofrece una visión acerca de la tecnología y la seguridad relacionadas con la producción de monedas y billetes, con curiosidades como las técnicas utilizadas en la fabricación de dinero y las medidas de seguridad implementadas para impedir la falsificación.
En Ouarzazate

Museo Cinematográfico
El Museo Cinematográfico de Ouarzazate, también conocido como Atlas Film Studio Museum o Museo del Cine, está dedicado al mundo del celuloide y ofrece un repaso a las películas más famosas rodadas en la ciudad, teniendo en cuenta que ha sido elegida para la filmación de diferentes films por su impresionante paisaje desértico y su arquitectura única.
Se encuentra dentro de los estudios de cine Atlas, uno de los estudios de cine más grandes de Marruecos, y permite visionar objetos, vestuario, equipos y accesorios utilizados en la filmación de películas. Pero, además, también ofrece al visitante la oportunidad de conocer los estudios de cine en sí mismos.
Los visitantes pueden explorar los escenarios de películas famosas, caminar por las réplicas de antiguas ciudades históricas, o ver los sets y decorados utilizados en diversas producciones. Una visita que fascinará a los amantes del cine e interesados en la industria cinematográfica.
Marruecos está lleno de sorpresas fascinantes en forma de museos poco conocidos, que ofrecen una perspectiva única de su historia y su patrimonio artístico. Museos que revelan la conexión entre Marruecos y el resto del mundo, ofreciendo diferentes puntos de vista y nuevas perspectivas para quienes acuden a ellos con la curiosidad que despierta poder sumergirse en su vibrante cultura.