Alojamientos en Marruecos diferentes
Marruecos tiene miles de alojamientos distribuidos a lo largo y ancho del país. Los puedes elegir por su lujo, su encanto, su ubicación, su gastronomía o por los servicios que ofrecen. Pero si lo que buscas es escenarios con un pasado curioso o el valor añadido que supone que un personaje conocido quedara prendado del establecimiento, tienes a tu alcance numerosos alojamientos marroquíes que esconden una bonita historia entre sus muros.
Son establecimientos que en su día sirvieron de base para escribir novelas o pintar cuadros. Lugar de descanso de políticos, actores y personajes de la vida social, o escenario improvisado de películas y series de televisión. Todos tienen un motivo que les diferencia del resto y que les hace muy apetecibles a ojos de los viajeros que buscan algo más que simples comodidades.

Hoteles que dejan huella en Marrakech
La Mamounia, situada en la ciudad de Marrakech, es uno de los establecimientos marroquíes que esconde mil y una historias interesantes. Aquí se alojaron Yves Saint Laurent y su pareja Pierre Bergé la primera vez que acudieron a Marruecos huyendo del frío parisino, en febrero de 1966. Ellos mismos confesaron año más tarde que fue aquí donde se enamoraron del país y de su luz, lo que marcaría su destino, la carrera del modisto y la orientación de la moda internacional.
También el político inglés Winston Churchill solía pasar largos periodos en este hotel. Acudía siempre con sus pinceles para pintar la impresionante panorámica, con vistas al Atlas, que se veía desde su habitación. “Marrakech es el lugar más agradable de la Tierra para pasar una tarde y este hotel es uno de los mejores que he conocido. Tengo una habitación excelente con baño y un balcón de doce pies de profundidad. Mirando hacia fuera hay un panorama espectacular sobre las copas de los naranjos y olivos, y sobre las casas y las murallas”, escribió a Churchill a Clementine Hozier, su esposa, un 30 de diciembre de 1935.
En Marrakech también encontramos el hotel Taj Palace, cuya suite real fue uno de los escenarios de la película “Sexo en Nueva York 2”. Como curiosidad, el alojamiento, que aún no había sido inaugurado, simulaba estar en Abu Dhabi. Dicen que el personal, aún en formación, solo tuvo durante los días de rodaje una misión: hacerles la vida más fácil a las actrices Sara Jessica Parker, Kim Cattrall, Cynthia Nixon y Kristin Davis. El rodaje sirvió al establecimiento para ser promocionado como destino soñado por los personajes más glamurosos de Hollywood.

Por su parte, el hotel Royal Mansour, también ubicado en Marrakech, es considerado uno de los mejores lugares del mundo donde alojarte. Su propietario es el rey Mohamed VI y en cualquiera de sus 53 riads privados, con un nivel de refinamiento y lujo inigualable, se puede dormir a cuerpo de rey. A tu disposición tienes unas instalaciones magníficas y un mayordomo privado, lo que automáticamente te convierte en vecino de una clientela aristocrática procedente de todas las partes del mundo.
Alojamientos con solera en Tánger
Cualquiera que haya viajado a Tánger habrá observado, probablemente, el exterior del Hotel Continental. El establecimiento abrió sus puertas a finales del siglo XIX, adquiriendo fama algunos años más tarde. Por sus coloridos salones de sabor puramente marroquí pasaron todo tipo de celebridades, entre literatos, políticos y artistas españoles como Pío Baroja, Jacinto Benavente, Emilio Castelar o Antonio Gaudí. Hoy en día, el Hotel Continental ha sabido mantener el encanto de antaño, y en sus salones se pueden ver guiños a un pasado esplendoroso, como un piano de cola, un fonógrafo, o mosaicos y vidrieras que llenan de color los espacios.

También en Tánger te puedes alojarte en el Hotel El Minzah, tal y como lo hicieron en su día huéspedes de lujo como Rita Hayworth, Paul Bowles, Rock Hudson, Rex Harrison o Jacques Custeau. El cineasta Bernardo Bertulucci rodó parte de su película “El cielo protector” en los salones del hotel, que también sirvieron de escenario en el rodaje de la serie española “El tiempo entre costuras”, basada en el libro de María Dueñas.
Por su parte, el pequeño hostal El Muniria ofrece la posibilidad de alojarte en una habitación contigua a la que en su día utilizó el literato William Seward Burroughs para escribir “El almuerzo desnudo”, en 1953. El escritor utilizó la habitación número 9 para escribir su obra, pero esta estancia no puede ser reservada en la actualidad porque está ocupada por el matrimonio que regenta el hotel. Su sencillez contrasta con las preciosas vistas que se pueden observar desde su azotea, las mismas que inspiraron a Burroughs a la hora de cambiar para siempre las reglas del lenguaje narrativo.
Además, en el Hotel Villa de France se dieron cita dos pintores franceses de renombre: Eugène Delacroix y Henri Matisse, que se alojó en la habitación número 35, donde pintó “Paysage vu d’une fenêtre”, uno de sus famosos cuadros.

Kasbahs de película
A 30 kilómetros de Ouarzazate se encuentra el Ksar de Ait Ben Haddou, una ciudad fortificada declarada Patrimonio de la Humanidad y un oasis en medio del valle del río Ounila. En este ksar se rodaron escenas de películas como “El cielo protector” (1990), “Alejando Magno” (2004), o “Babel” (2006). Atrás quedan sus días como asentamiento bereber y su afluencia de viajeros al estar situado en la ruta que unía la antigua Sudán con la ciudad imperial de Marrakech. Hoy, la Kasbah Tebi, situada dentro del ksar, es el lugar donde los viajeros acuden a descansar y a disfrutar de uno de los paisajes más reconocibles de Marruecos, en la conocida como Ruta de las Kasbahs. Al ser un lugar protegido por la UNESCO, la estructura no se puede modificar. Esta es la razón de poder vivir la mágica y romántica experiencia de no tener electricidad y estar iluminados por la noche a la luz de las velas.
Y para amantes de los lugares con encanto, la Kasbah de Tizourgane, con su granero fortificado y un patrimonio del siglo XIII, es una perfecta opción para los amantes del ecoturismo. Situada en la región de Tafroute, estas instalaciones están calificadas como Patrimonio Histórico Nacional a la espera de ser calificadas como Patrimonio de la Humanidad. Una casa de huéspedes donde disfrutar de un gran salón bereber para cenar o relajarse, un hammam tradicional calentado con leña y una terraza con una panorámica que te ayudará a encontrarte a ti mismo, si es uno de los objetivos de tu estancia.
Si quieres un plus en tu próximo viaje a Marruecos busca un alojamiento que tenga un pasado curioso. Los encontrarás en cada ciudad que visites y harás tuya, de alguna manera, la historia que esconden sus muros.