Mohamed El Morabet, el escritor que defiende la cultura como unión entre España y Marruecos
Nada como haber vivido en primera persona las experiencias narradas por un escritor en sus obras para conseguir conectar con el público y hacerle reflexionar. Puede que ese sea uno de los secretos que esconde el éxito de Mohamed El Morabet, ganador de la última edición del Premio Málaga de Novela.
Las novelas de Mohamed El Morabet no son al 100% biográficas y, sin embargo, todo lo que ha vivido este escritor nacido en Alhucemas (Marruecos) contribuye a perfilar el universo interior de sus personajes.
El autor llegó a España con 19 años, con la idea de convertirse en ingeniero. Unos planes que derivaron, sin embargo, en los estudios de Ciencias Políticas y la dedicación a una de sus pasiones, la escritura, que quizá tenga su origen en el cuento que todas las noches le contaba su abuela antes de dormir, al más puro estilo de la tradición oral que impera en Marruecos.
A pesar de su origen el autor tiene su obra escrita en español, siguiendo la estela de autores como la catalana Najat El Hachmi. Es, probablemente, una de las muchas consecuencias de la presencia española en Alhucemas, que marcó los primeros años de la vida del escritor. “Mi infancia en el Rif está ligada a España. Vengo de Alhucemas, de 60.000 habitantes. Una ciudad muy pequeña en relación con Rabat, de más de un millón de personas”, señala.
Un viaje de retorno
Tras la llegada a España en 2002, Mohamed fue publicando revistas y suplementos culturales. Su primera novela fue Un solar abandonado, de la editorial Sinatra, que cuenta la historia de Ismael Atta, un traductor marroquí introvertido y afincado en Madrid que viaja a Alhucemas, su ciudad natal, para asistir al entierro de su abuela. Un viaje de vuelta al pasado, lleno de similitudes con la vida del autor, en una obra que comenzó siendo meros apuntes en una libreta, hasta que una noche de 2015 Mohamed se sentó delante del ordenador y escribió “Me dolía. El pasado me dolía”, la primera línea de su novela.
“El arte de contar historias es tan antiguo como necesario. Yo escribo porque me gusta y porque es otra forma, algo rebuscada quizá, de leer”, señala el autor, quien confiesa que la primera etapa de la pandemia fue muy dura. “Al principio no fui nada productivo, porque todo fue muy estresante. No podía conectar con la lectura ni con la escritura. Una vez nos desconfinaron, pude recuperar el ritmo progresivamente”, señala. De este tiempo de encierro surgieron las primeras ideas para la novela Desierto Mar, que empezaría a escribirse al verano siguiente y que ha terminado ganando la 15 edición del Premio Málaga de Novela, dotado con 18.000 euros.
En Desierto Mar el novelista mezcla géneros literarios como el diario y la epístola para resaltar los vínculos entre el mundo occidental y el mundo marroquí, en un texto en el que el paisaje se convierte en un protagonista más de la historia. El jurado resaltó la forma de escribir lírica y sensorial del autor, y su capacidad para captar los colores de Marruecos.
Premio Málaga de Novela
La novela galardonada cuenta dos historias entrelazadas, que transcurren desde 1975 hasta 1992. Sus protagonistas son un joven panadero de Alhucemas y una profesora de arte madrileña que emigra a Tetuán para enseñar en la escuela de Bellas Artes. Allí comienza la conexión entre ambos mundos con la pintura como nexo común, y la puesta en común de una soledad que cada uno de ellos entiende de manera diferente.
“En una obra, el único límite es la imaginación, y creo que la imaginación no tiene límites si se ejercita. Mi novela no es autobiográfica, pero cada uno de los personajes representa una parte de mí y de mis vivencias como joven marroquí que se trasladó a Madrid a estudiar. Estoy en los dos protagonistas”, apunta el autor.
Con su obra, editada por la editorial Galaxia Gutenberg, El Morabet resalta la cultura como elemento de unión entre el universo marroquí y el mundo occidental, y aunque el comienzo de su novela se sitúa en el tiempo en la Marcha Verde, ha evitado hacer de su obra una novela política. Lo que se cuenta va a más allá. “Considero que la unión por el arte tiene más presencia en la novela que el choque entre dos mundos”, apunta el artista.
Probablemente el Premio Málaga de Novela no sea más que un impulso en la carrera literaria de Mohamed El Morabet, el escritor que llegó a España desde Alhucemas con ganas de comerse el mundo para llegar a la conclusión de que la cultura es el mejor nexo de unión entre Marruecos y occidente.