El regateo en Marruecos (2º parte)
Este artículo es una continuación de éste publicado hace un mes sobre el regateo en Marruecos, por lo que os recomiendo que lo leáis previamente. Continuamos pues con las principales debilidades de los compradores, de las que nuestros amigos los comerciantes son perfectamente conscientes y aprovecharán sin dudar:
No muestres interés
Entráis en una tienda, y veis un producto que os gusta; que digo os gusta, os encanta; qué digo os encanta, os chifla. Es en ese momento cuando vuestros ojos de ilusión se cruzan con la mirada analítica del comerciante. Enhorabuena, se va a tomar como resto personal vendéroslo lo más caro posible.
Debéis controlar vuestras emociones: si vais a estar media hora en una tienda, no empleéis veinte minutos en el mismo producto, pidiendo a otros compañeros que se acerquen para dar su opinión.
Intentad, por tanto, observar los productos de la tienda de una manera un tanto más general. Que parezca que nada os interesa en concreto, que sencillamente estáis echando un vistazo. Al fin y al cabo, si queréis volver a examinar ese producto que tanto os ha gustado, lo único que tenéis que hacer es acercaros al producto que está al lado y mirarlo de reojo. Parecerá una exageración, pero creedme cuando os digo que los comerciantes están muy experimentados en su oficio y os analizan continuamente para saber vuestras intenciones.
Esto me recuerda una estrategia que, aunque arriesgada, puede proporcionaros alguna que otra satisfacción: preguntad por algún producto que sabéis de antemano que no queréis. Entonces entraréis en un regateo con el comerciante, en el cual tendréis cierta ventaja al no tener absolutamente ningún interés por él. Intentad llegar a un precio tan reducido que sabéis de antemano que no va a ceder, pero hacedlo sin que parezca premeditado.
En un momento dado, después de un prudente tiempo de regateo, mostrad cara de desgana y comunicad vuestra intención de iros de la tienda; al principio puede ser que el mercader piense que le estáis intentando tender una trampa, pero os aseguro que, en cuanto os vea acercaros por el umbral de la puerta, su nerviosidad por una venta fallida superará a su raciocinio. Os pedirá que regreséis, volviendo a bajar de nuevo el precio del producto, a lo que os negaréis cortésmente. Entonces, echando un ligero vistazo de nuevo a la tienda y con un ligero desinterés, le señalaréis el producto que realmente queréis. El comerciante, ante el riesgo de haber perdido el tiempo y no conseguir ningún beneficio, intentará empezar con un precio lo más bajo posible.
Como os digo, es algo arriesgado, porque puede ser que el comerciante se dé cuenta de vuestra estrategia, o que incluso intente hacer una venta conjunta por ambos productos. Pero si tenéis la suficiente sangre fría os puede dar muchas satisfacciones.
La falta de tiempo es tu enemiga
Tenemos que entender una gran diferencia entre la situación del comerciante y la nuestra: nosotros somos turistas que disponemos de un tiempo determinado para hacer compras; él es un comerciante que dispone de todo el tiempo del mundo. Creo que entenderéis que bajo esas condiciones la desventaja es evidente.
Por tanto, si vais a comprar, intentad no hacerlo cuando el tiempo juegue en vuestra contra o, si no hay más remedio, intentad disimular lo máximo posible. Nunca mostréis impaciencia, o estaréis vendidos.
Aunque como siempre, bien enfocada, esa falta de tiempo puede ser vuestra aliada, siempre que la acompañéis de un marcado desinterés, como comentamos en el apartado anterior. Por ejemplo, si vais de excursión de un día puede ser buena idea dejarlo patente (aunque lo más probable es que el comerciante os pregunte antes). Si éste entiende que puede llegar a perder una venta porque no vais a volver, pensará: más vale venderlo por un precio inferior que no venderlo.

Los ayudantes de regateo no existen
Seguramente se os acerque alguien ofreciendo ayudaros en el regateo, bien sugiriendo un precio o bien llevándoos a la tienda de un amigo o familiar suyo que tiene mejores precios. No debéis hacer caso nunca: una de las principales fuentes de ingresos de los marroquíes son las comisiones y, por tanto, cuanta más gente esté involucrada en un regateo en Marruecos, más se encarecerá el precio final.
No fijes un precio
Y con esto llegamos a uno de los consejos más importantes. ¿Qué hacemos con el precio que nos proponga el mercader? ¿Le ofrecemos la mitad, una décima parte, cuarto y mitad?
Bajo mi punto de vista, en el momento en que sugiráis un precio, pueden pasar tres cosas:
a) Que sea exactamente el precio mínimo al que el mercader está dispuesto a venderlo. Que, ya es casualidad, pero todo puede ocurrir. Entonces él, con casi total probabilidad, ofrecerá un precio intermedio y empezará el regateo. Conclusión: pagaréis más de la cuenta
b) Que sea mayor del precio mínimo que pretendía ofertar el mercader. Véase entonces el punto a y añádanse unos cuantos de dirhams más
c) Que sea inferior al precio mínimo. Ésta es la única posibilidad que ofrece una ventaja a la hora de iniciar el regateo, aunque si os pasáis el mercader puede llegar a pensar que no merece la pena regatear con vosotros.
La mayoría de las veces, como podéis observar, no tendréis ventaja. Mi consejo, como normal general, es que antes de iniciar un regateo en Marruecos, tengáis en mente cuánto os queréis gastar, y os lo guardéis para vosotros. Y bajo ningún concepto se lo digáis al comerciante, aunque os insista (que lo hará).
Entonces el, progresivamente, ante vuestra negativa por fijar un precio, irá bajando su oferta inicial, cada vez con un descuento menor. Por ejemplo, puede empezar con 70 dirhams, continuar con 50, luego 40, luego 35, luego 30, luego 27,… ¿Veis a donde quiero llegar? Seguramente le resulte rentable venderlo por 25 o incluso 20 dirhams. Es en ese momento cuando debéis ofrecerle 20, a lo que el accederá u os ofrecerá 25.

Disfruta con tu compra
No me quiero ir sin remarcar algo que, aunque obvio, creo que se tiende a ignorar: el comprar un producto debe buscar como objetivo vuestra satisfacción. De nada sirve escuchar al compañero de grupo que os asegurará que él, como experimentado viajero, lo habría conseguido a un mejor precio (y creedme, en todos los grupos existe esa persona). Si lo habéis comprado a un precio determinado es porque han coincidido dos cosas: la primera, que el producto os gustaba, y la segunda, que el precio os parecía justo. ¿Qué necesidad hay entonces de pensar que podríais haber obtenido un precio algo menor, y fastidiaros la compra por ello?
De verdad, una vez obtenido, no le deis más vueltas. Es vuestra compra, vuestro recuerdo, vuestra merecida recompensa a un duro proceso de regateo, y merecéis disfrutarlo al máximo.
Y ahora sí, por fin, hemos terminado con el artículo sobre el regateo en Marruecos. Perdonad por la longitud, más extensa que de costumbre (¡que ya es decir!) pero creo que la ocasión lo merecía. Y recordad, si tenéis dudas, o hay una cuestión que pensáis que se me ha escapado, no tenéis más que comentarlo. ¡Un abrazo a tod@s!
Imágenes publicadas bajo licencia Creative Commons 2.0
Autores (por orden de aparición): mwanasimba, C Henrik Anderson, Toni Castillo Quero, cheeseslave
Este post está incluido en nuestra guía para principiantes. Si quieres conocer más, te invitamos a leer nuestra página con información básica de Marruecos.
Y si te ha gustado la entrada, ¡compártela!
Twittear
Hola Mariluz!
Yo no consigo reunir fuerzas para regatear, me da vergüenza, me siento culpable y me parece que me engañan…! Ya que no se ponerle precio a esos productos…
Hola Jana!!Te lo tienes que tomar como un juego y verás que bien te lo pasas!!Ellos se lo toman así, no te sientas culpable que no se lo toman de forma personal.
Sobre lo que comentas de que te engañan, no te niego que te pondrán un precio más alto por ser turista, pero tampoco vamos a enfadarnos por algún euro de más, que estamos de vacaciones!!
Un saludo y gracias por comentar!!
Nunca lo hubiera explicado tan bien, enhorabuena,y para nada, se me ha hecho “extenso” al contrario, tenía ganas de más, y recuerda, qué si yo soy uno de esos turistas que dicen..” lo hubiera sacado yo por menos” me “amonestes” …gracias.
Hola Juan, gracias por tu comentario! Me alegra mucho que no te haya resultado extenso!! Y tranquilo que te amonestaré si lo dices alguna vez, pero no creo que lo hagas!! 😛 Un saludo!
Hola
En cuanto a la comida en los mercados es igual? frutas verduras pescado etc? y la comida preparada en los puestos de la calle?
En ese caso el precio que te sugieren (muchas veces incluso viene marcado) es más cercano al real. Ten en cuenta que el sobrecoste (y el regateo que deberás aplicar) a los productos está muy relacionado con lo “turístico” que resulte el producto. Por ejemplo, los que venden decoración están más acostumbrados a regatear e inflar los precios de primeras que el que se dedica a vender comida, porque en el primer caso gran parte de su clientela es turística y en el segundo local. Y dentro de la comida, no es lo mismo comprar un kilo de naranjas, un producto de consumo diario, que especias, que solemos comprar los turistas justo antes del viaje de vuelta a casa. Saludos Yeray!
Muchas gracias Mariluz, ya te contaré a la vuelta.
claro que si!! un saludo! 🙂
Bueno, pues en una semana saldré de viaje a Marruecos. Ya os contaré la forma como puedo aprovechar este artículo. Un saludo.
Estupendo, ya me contarás si te ha sido de utilidad (espero que sí :P). Otro saludo a ti, Slendy!
Muchas gracias por ambos artículos, y también por del cambio de moneda, han sido sumamente útiles y bien escritos! Tienes mucha empatía con el viajero, me encanta.
Enhorabuena!
Gracias a ti por animarme con tus comentarios Bernardita. Saludos!
Hola, deseo aportar mi experiencia. En términos generales,y siempre es un poco aleatorio,el comerciante va a pedir dos veces más la cantidad en la que está dispuesto vender, es decir si pide 90, se puede conseguir por 30 e incluso algo menos, con lo cual habría que empezar por 20, aunque se va a escandalizar, ni caso y además ¡qué rico está el te!. Si se quieren dos cosas, se regatea una y luego, bueno ya veré y te interesas por la otra, cuando tengas esta en precio ¡es que me llevo las dos. Esta situación es más sencilla si son dos artículos iguales, por ejemplo 2 puf, teniendo el precio de uno, ¿y si me llevo dos?.
Si es una compra cara, en Marruecos podrían ser alfombras o prendas de cuero hay que plantearlo teniendo tiempo y aparcar el regateo de vez en cuando y hacer “amistad” y reír y que te traigan otro te. Suerte.
Completamente de acuerdo. Sólo un detalle: sí, yo también he apreciado que normalmente te van a mayorar el precio del artículo al doble e incluso al triple, pero incluso ese incremento es variable, por eso yo creo que es preferible no fijar ningún “suelo”, sino dejar que el solo, ante nuestra indiferencia, vaya bajando y bajando el precio, con lo que conforme lo baje menos, más cerca del precio “real” estaremos.
Fundamentalmente porque los marroquíes son especialistas en saber cuánto estás dispuesto a gastarte. Por eso cuando te preguntan de dónde eres, además de por generar empatía, lo hacen para saber qué precio inicial dar, pues no es lo mismo la renta per cápita media en Andalucía que en Barcelona. Ya no digamos si eres de otro país, por ejemplo Japón.
Ciertamente todo un mundo el del regateo. Saludos!
Sí, tiene su complejidad como todo y, a la vez, su sencillez,por eso comenté que era aletorio.
Saludos.
MUY DIVERTIDO E INTERESANTE EL ARTICULO DEL REGATEO TANTO LA PRIMERA PARTE COMO LA SEGUNDA, LO PONDRÉ EN CUANTO PUEDA. GRACIAS.
Me alegra que te haya resultado divertido y didáctico Lolo, es todo cuanto pretendía! Un saludo.
Muy interesante el artículo! Nos vamos dentro de poco con vosotros a Marrakech y me han surgido un par de dudas: está bien visto regatear si el comerciante es anciano? Porque en alguna cultura está mal visto regatear a los más mayores.
Y la otra duda es, si es una tienda física ( quiero decir que no es un mercado ni un puesto ambulante) se puede regatear o el precio marcado es el que hay y no se puede sugerir un descuento?
Muchas gracias Mariluz! Tenemos muchísimas ganas de disfrutar del viaje!
Buenas preguntas, Anna! Por partes:
Sí, puedes regatear con comerciantes ancianos.
Lo de los tiendas, depende: si los artículos que oferta tienen un precio etiquetado, normalmente no se puede regatear mucho. En todo caso, siempre puede haber un margen de regateo, pero será muy sutil: por ejemplo si compras dos productos iguales con un precio total de 100 dírhams, le podrías pedir que te descuente 10, a lo sumo 20 dírhams por comprar los dos, por ejemplo, aunque no te garantizo que lo acepte.
Buen viaje!
Yo tengo una duda, bueno, dos.
Voy por primera vez a Chefchaouen este puente y quiero comprar un mueble de entradita y un espejo grande… No se si regatear en los muebles de artesanía es una falta de respeto.
También te pregunto, ¿como puedo llevármelo para España? Voy en ferry desde algeciras hasta tanger y luego en taxi a Chefchaouen…
Otra preguntita (tengo más dudas por lo visto) puedo llevar una maleta vacia en el taxi para compras o me cobraran por maleta????
Es mi primera vez en Marruecos.
Gracias.
Hola María del Mar, gracias por tu comentario. En Marruecos no suelen cobrar un plus por el equipaje, por lo que podrá llevar la maleta vacía sin ningún problema. De hecho, es una práctica habitual puesto que es un país donde la gente suele comprar mucho.
Respecto al mueble y el espejo. Si entra en una tienda y tiene los precios puestos, no se suele regatear. En cambio, si no lo tienen (la mayoría de las tiendas es así), lo normal es regatear el precio; de hecho, cuantos más productor compre en la misma tienda, más descuento le harán.
En el barco, puede llevar los dos artículos sin problemas, solo tenga en cuenta que si son muy pesado no lo podrá hacer puesto que lo tiene que llevar encima y puede ser muy dificultoso, subir y bajar escaleras en el barco. Gracias y un saludo!