Nobu Hotel Marrakech: el sueño más lujoso de Robert de Niro
Nobu Hotel Marrakech, de reciente inauguración, es un alojamiento cinco estrellas situado en el barrio de Hivernage, en el corazón del conocido como “triángulo de oro” de la ciudad, conformado por el zoco, la medina, y la famosa plaza de Jemaa El Fna. Propiedad del actor Robert de Niro, del chef japonés Nobu Matsuhisa y del productor cinematográfico Meir Teper, es el primer hotel Nobu en África, y una de las más destacadas propuestas de alojamientos de lujo que ofrece la Ciudad Roja.
El establecimiento, miembro de Small Luxury Hotels of the World, comenzó a tomar forma en la mente de Robert de Niro cuando en el año 2018 acudió al Festival Internacional de Cine de Marrakech para recoger un galardón. Impresionado por la hospitalidad marroquí y el ambiente de la ciudad, el actor pensó que sería un inmejorable destino para montar un hotel de lujo bajo la marca Nobu. Convencido, trasladó su idea a sus socios. Y tal fue su insistencia que hoy el alojamiento es una realidad.
De Niro comenzó su incursión en el mundo de la hostelería con la apertura de diferentes restaurantes italianos en la Gran Manzana. Después creó la marca Nobu junto con sus socios y amigos Nobu Matsuhisa y Meir Teper, y los últimos diez años los hoteles Nobu se han extendido por todo el planeta, en una ambiciosa política empresarial que sigue proyectando la apertura de establecimientos de lujo en los próximos años.
“Antes de llegar a Marrakech ya había leído que la ciudad había impresionado a numerosos escritores y artistas, lo que unido a lo especial que es para mí el norte de África, y el carácter de la gente local, disparó mi pasión por la ciudad. Esa fue la semilla que hizo que el primer hotel Nobu de África se instalara aquí”, señaló el actor en la inauguración del establecimiento.

Estilo marroquí y japonés
Uno de los elementos diferenciadores del Nobu Hotel Marrakech es la combinación del legado cultural de Marruecos, con el lujo por el detalle de la artesanía marroquí, y el refinamiento asiático. Esta mezcla de dos culturas milenarias cálidas y hospitalarias, que se equilibran en cada uno de los espacios del hotel, es lo que hace al alojamiento tan especial.
Para llegar a dar forma a un ambiente único fue necesario realizar una renovación integral del antiguo hotel The Pearl Marrakech. El resultado ha sido una magnífica puesta en escena de la filosofía japonesa del Kokoro, que busca la armonía de corazón, mente y alma, y por tanto la conexión espiritual con el destino.
Además del lujo de las estancias, los propietarios del hotel tenían claro que el alojamiento debía contar con una excelente ubicación. Este es el motivo por el que las paredes del hotel se abren en grandes ventanales que miran a las antiguas murallas de la medina, la mezquita de la Koutoubia y las montañas del Atlas. Un magnífico entorno para un hotel único y especial.
Puertas abiertas al lujo
El vestíbulo del Nobu Hotel Marrakech recibe a los huéspedes en un espacio lleno de obras de arte de artistas locales, a la sombra de un bonsái gigante que recuerda al concepto de “omotenashi” u hospitalidad japonesa. Y todo ello, rindiendo homenaje a la cultura y arquitectura marroquíes.
Para Robert de Niro, el concepto del lujo era contar con la elegancia de la artesanía marroquí, hecha a mano por artesanos locales, y el sosiego característico de la estética japonesa. El resultado es esa singular identidad que caracteriza a los hoteles Nobu.
El espacio, sobrio y cálido a la vez, destaca por el uso de madera noble, con suelo de espiga, paredes revestidas y lámpara de papel siguiendo el minimalismo japonés. Desde allí se accede a las 71 suites con las que cuenta el hotel, todas elegantemente diseñadas y decoradas con delicada artesanía marroquí y obras de arte locales.
En total, el alojamiento cuenta con 44 junior suites, seis deluxe, 18 habitaciones deluxe, dos Miyabi suites y la exclusiva Nobu Suite, que ocupa un total de 220 metros cuadrados. El precio de cada suite, que cuenta con lujosos baños de mármol y las mejores vistas sobre las antiguas murallas de la medina, la Koutoubia y la cordillera del Atlas, no baja de los 500 euros, mientras que la suite principal puede llegar a los 2.500 euros la noche.

Delicias Nobu
Con el toque inconfundible del chef Nobu Matsuhisa, el restaurante emblemático del hotel tiene su propia entrada, para poder acoger también a quien no esté hospedado pero quiera disfrutar de la experiencia culinaria.
En este espacio se puede degustar el menú de los restaurantes Nobu, influenciado por la larga trayectoria profesional de su chef en Tokio y, en este caso, la riqueza de los sabores locales marroquíes. Una mezcla ecléctica que da lugar a los platos exquisitos que dan sentido a la fusión de culturas y conforman una experiencia culinaria única, que pretende ser inolvidable para todo el que la disfrute.
Los platos de calidad, como la tempura de gambas de roca, el sashimi de rabo amarillo con jalapeño o el bacalao negro al miso, el preferido del ex presidente de EE.UU. Barack Obama, son el gran aliciente para acudir al restaurante Nobu, aunque para el chef es igualmente importante prestar un excelente servicio. “La fama de nuestra propuesta culinaria se cimienta en la lealtad de nuestros clientes. Y es que no se trata de dinero sino de corazón”, apunta el chef Nobu.
“No queremos que vengan a experimentar Nobu y luego no regresen. La gente no solo quiere comer bien, sino también de disfrutar la comida y el momento: esta es nuestra filosofía. Nos gusta ver al cliente satisfecho y somos una gran familia que sigue creciendo con el Nobu Hotel Marrakech”, señala el padre de esta cocina fusión.
Una terraza con vistas
El restaurante Nobu no es el único lugar en donde se puede comer en el Nobu Hotel Marrakech. En el desayuno se ofrece una amplia variedad de platos en un buffet en el que se pueden encontrar delicias de la cocina internacional o una amplia variedad de platos marroquíes, con ingredientes frescos, dulces y salados.
Y en el sushi bar de la azotea panorámica del hotel, con mobiliario de ratán y madera, y una construcción en forma de pérgola, se pueden tomar cócteles de autor exclusivos disfrutando de maravillosas vistas. No en vano la terraza del alojamiento, conocida como Rooftop Garden, es uno de los espacios de ensueño que ofrece el establecimiento.
Allí se dan cita personas que se bañan en su piscina circular y, a la caída del sol, quienes buscan un tentempié con vistas de 360º, enamorarse de la puesta de sol o disfrutar de la música internacional del DJ o de artistas locales.

El lujoso Pearl Spa
Pero si hay un espacio de lujo en el Nobu Hotel Marrakech, ese es el lujoso Pearl Spa y su Fitness Center, que ocupan una superficie de 2.000 m2, en lo que se considera el mayor spa de Marrakech. En esta zona exclusiva del hotel, diseñada por el arquitecto Jacques Garcia, todo está pensado para ser disfrutado con los cinco sentidos.
Este remanso de paz, donde descansar y relajarse del bullicio de Marrakech, tiene una piscina subterránea decorada con mosaicos, y más de 14 habitaciones de tratamiento privadas. Completan las instalaciones un hammam privado con salón de relajación, un baño de vapor y una sauna.
Los tratamientos están inspirados en la tradición japonesas, aunque incluyen rituales de belleza marroquíes. En el tratamiento Nobu Zen, por ejemplo, se utilizan varias técnicas de masaje con una selección de los mejores aceites aromáticos. Por su parte, la Japanese Silk, que emplea piedras calientes, sirve para mejorar el flujo de energía, mientras que el Royln Hammam se centra en preparaciones ancestrales marroquíes, con un exfoliante de sal marina y una envoltura de algas. Por su parte, The Pearl Signature Ritual incluye hammam, mascarillas de barro y masaje The Pearl, entre otros tratamientos.
Al salón de belleza y la peluquería se le une el gimnasio, con equipos Technogym de última generación. Allí se puede acudir a clases de fitness y de baile, y entrenamientos a medida. Un avance de lo que puede suponer divertirse en la discoteca privada, que alberga despedidas de solteros, fiestas de compromiso, bodas, recepciones o fiestas privadas como la que tuvo lugar en la inauguración del hotel.
Siguiendo la tradición, esa noche los socios protagonizaron la tradicional ceremonia del sake, conocida como Kagami-biraki, con la que el equipo Nobu da por inaugurados oficialmente sus hoteles. Los tres socios rompieron un barril lleno de sake con mazos de madera y los invitados brindaron para desear buena suerte al alojamiento.
Con tantas y tan lujosas propuestas para los visitantes, el Nobu Hotel Marrakech se ha convertido en una de las propuestas de lujo más especiales de la ciudad. Un proyecto que se alinea con las aspiraciones del rey Mohamed VI, que pretende impulsar el turismo en Marruecos, y el sueño de Robert de Niro, hoy hecho realidad. Buena comida, bellas vistas, un servicio impecable y una fusión única entre la cultura marroquí y la nipona hacen del Nobu Hotel Marrakech una propuesta de lujo especial en una ciudad única.