Haja El Hamdaouia, diva de la canción popular marroquí
Si decimos el nombre de Haja El Hamdaouia en voz alta en España, solo las personas interesadas en la música tradicional marroquí lo reconocerán al instante. Pero si lo pronunciamos en Marruecos, probablemente no haya persona que no se deshaga en elogios ante la carrera de la considerada diva de la canción popular marroquí por méritos propios.
Nacida en Casablanca en 1930, Hamdaouia heredó de su padre, músico de profesión, el gusto por las melodías marroquíes y muy pronto tuvo clara su vocación de artista. Dos décadas más tarde reunió el valor para comunicar que su intención era subirse a los escenarios y hacer teatro, siendo la primera mujer de Marruecos en conseguirlo de manera profesional.
Después llegarían las ganas de expresarse a través de la música y para ello tuvo que vencer las reticencias iniciales por parte de su padre, que no veía claro que su hija se dedicara a cantar. Pero Hamdaouia, siempre innovadora, tenía muy claro su destino y vio cumplido su sueño interpretando el género “El Aïta al Marsaouia”, uno de los más populares de la música tradicional marroquí.
Y para decir alto y claro quién era ella, sus primeros éxitos en el género de Aïta, el llamado “blues de las llanuras costeras de Casablanca”, fueron calificados de amorales por el público más tradicional, al evocar erotismo y sexualidad. Un escándalo para muchos que, sin embargo, le permitió ser conocida en todo el país.
La gran dama de la canción marroquí
Hamdaouia siempre aparecía en el escenario vestida como una auténtica dama, con un peinado clásico, un caftán tradicional y en su mano una taarija o un bendir, una especie de pandero característico del género chaabi, que ella se encargó de modernizar a lo largo de su trayectoria profesional.
Pese a su aspecto tradicional, la cantante no pudo ser más innovadora, creando un estilo de música pop propio. Fue la primera artista que modernizó el chaabi cantando acompañada de una orquesta e introduciendo en los ritmos marroquíes instrumentos occidentales que hasta entonces nadie se había atrevido a poner sobre el escenario, como el saxofón, la guitarra, la batería, el violín o el órgano.
Empoderada en su feminidad, hablaba de sexo y amor, y algunas de sus letras se convirtieron en una canción protesta en contra de la ocupación francesa, a la vez que se convertían en una auténtica renovación sonora. Fue así como, con su voz única y siempre reconocible, y un tono decadente pero pegadizo, Haja El Hamdaouia se convirtió en un icono de la música marroquí.
La artista tuvo sus principales éxitos en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo. Con su aportación artística contribuyó a popularizar y dignificar la canción chaabi, a través de éxitos como Daba Yji (Ahora viene) o Hazou bina laalam (Alzando banderas).
Sus canciones, compuestas por ella, se tarareaban por las calles, mientras que la artista compartía escenario con otros artistas famosos, como Hamid Bouchnak o Cheb Khaled. Su fama llegó a ser tal que incluso hoy en día, numerosos artistas jóvenes aún siguen inspirándose en sus canciones.
Declive y resurgimiento
Pero como no hay nada perdurable, Hamdaouia pasó de ser reconocida donde quiera que fuera a caer en el olvido, hasta el punto de que en el año 2000 malvivía en un pequeño apartamento de París. Fue gracias al impulso de los grandes festivales marroquíes que su música volvió a ser escuchada.
En 2017, la 11 edición del festival internacional Raï de Oujda la rescata del olvido, con artistas interpretando parte de su repertorio. Solo un año más tarde, Hamdaouiase se encontraba en el escenario de la 15 edición del festival Andalousies Atlantiques de Essaouira apoyada por Raymonde El Bidaouia, otra gran representante de la canción marroquí.
La música de la intérprete marroquí ha llegado a varias generaciones. Unos destacaban de ella su capacidad de innovación, mientras que para otros su figura estaba ligada al movimiento de resistencia frente a la ocupación de los franceses, alimentando la leyenda de que en sus comienzos no solo se dedicaba a cantar canciones patrióticas, sino que cruzaba las ciudades para ayudar a la resistencia con armas escondidas bajo sus famosos caftanes.
Si es verdad o no todo lo que se le achaca a su figura poco importa cuando ya has sido encumbrada por la población y ves cómo los jóvenes toman el relevo generacional cantando tus canciones sobre el escenario. “Es algo que me emociona. Tengo la impresión de haber logrado algo en mi vida”, señalaba la cantante.
En 2020, cuando todo el mundo volvía a tararear sus canciones por la calle, Hamdaouia se retiró de la canción, convocando una rueda de prensa en la que afirmó sentirse enferma y cansada. “No quiero que la gente me recuerde como una cantante que se cae en el escenario con su bendir”, afirmó ante los periodistas.
Cesión de sus derechos
Tras una carrera de más de setenta años, la artista legó todos los derechos de sus canciones a la joven cantante marroquí Xena Aouita, hija del famoso atleta marroquí Saïd Aouita. “Mi herencia se queda en buenas manos, en una joven que apenas tiene 20 años y me ama desde pequeña. Ella las puede interpretar en inglés o en cualquier otro idioma. Xena es como mi hija; siempre le he dicho que cuando creciera le iba a regalar mis canciones. Pues bien, Xena, aquí están”, apuntó.
Un año más tarde, Hamdaouia fue hospitalizada en un hospital de Rabat, donde finalmente moriría. Sus restos fueron trasladados al Cementerio de los Mártires de Casablanca, la ciudad donde nació. Xena Aouita se despidió de ella en Instagram con un único y sencillo texto: “Te amo, Haja, descansa en paz”. Una breve y emotiva despedida que estaba acompañada de un vídeo en el que se observa a las dos cantantes, felices y cómplices, en un coche. Justo como a ella le hubiera gustado que le recordaran sus seguidores. Exactamente como el público marroquí ha entendido que debe ser recordada.