Festival de Música Sacra de Fez: unión entre culturas bajo el paraguas de la espiritualidad
Hay quien podría pensar, al oír su nombre, que el Festival de la Música Sacra que se celebra a principios del verano en Fez es un encuentro entre músicos. Y sin embargo, este festival es mucho más que eso. No solo es el evento más importante de la Fondation Esprit de Fès, sino también uno de los acontecimientos que más contribuyen al diálogo entre civilizaciones. O al menos, así es como lo calificó la ONU en el año 2001, situándolo entre los 12 encuentros más importantes para la promoción de la paz.
Es difícil explicar todo lo que supone el festival para la ciudad de Fez si no has vivido de cerca estos diez días cargados de actividades culturales, en los que la ciudad marroquí se convierte en el epicentro de la espiritualidad y las artes. Desde 1994, año de fundación bajo el impulso de Mohammed Kabbaj y el filántropo marroquí Faouzi Skali con el objeto de mostrar la diversidad de la música espiritual en el mundo, el encuentro no ha dejado de crecer. Y hoy ofrece todo un programa cultural del que pueden beneficiarse tanto los visitantes como la población local.


El precio de un abono completo sobrepasa los 300 euros y da la oportunidad de presenciar las actuaciones de los más grandes intérpretes de Oriente Medio, Asia, Europa y África. Joan Baez, Björk o Paco de Lucía han sido algunos de los artistas que han acudido a Fez a lo largo de sus 26 ediciones, compartiendo escenario con otros artistas menos conocidos, pero con un inconmensurable talento creativo.
Las actuaciones musicales se unen a actos culturales, encuentros artísticos, exposiciones, proyecciones y debates, en los que el arte se pone al servicio de la emoción y sirve de reconciliación y encuentro entre los diferentes pueblos y culturas. Para ello, toda la ciudad se viste de gala, ya que los diferentes eventos tienen lugar en diferentes escenarios, con la ventaja de que se puede adquirir un abono completo para todos los conciertos, asistir a alguno en concreto pagando la correspondiente entrada, o simplemente disfrutar de las actividades musicales y culturales de carácter gratuito que tienen lugar a lo largo y ancho de la ciudad.

Mucho más que música
La música invade la medina de Fez, con su exquisito patrimonio arquitectónico. Atraviesa las sinuosas y laberínticas callejuelas y llega al corazón de los riads. Los conciertos de la tarde se llevan a cabo en los jardines Jnan Sbil y, cuando anochece, las actuaciones se concentran en Bab al Makina, frente al Palacio Real, mientras que en la plaza Boujloud se pueden asistir a conciertos gratuitos.
Los conciertos de Nights in the Medina se llevan a cabo en lugares más íntimos, como la sinagoga Ibn Danan, el complejo cultural Sidi Mohamed Ben Youssef o el conservatorio de música Dar Adiyel.

Las noches sufís, totalmente gratuitas, se organizan en Dar Tazi, en un marco donde la espiritualidad tiende la mano a la convivencia. Y el foro de Fez, que invita a coloquios con filósofos, escritores o poetas, tiene lugar en el Salón de la Prefectura, en Batha, frente al museo del mismo nombre. Además, en toda la ciudad se pueden asistir a exposiciones y proyecciones gratuitas, y actividades culturales para niños y jóvenes.
En 2020 se celebró la 26 edición del Festival, que después ha hecho un paréntesis por la situación provocada por la pandemia. Bajo el lema “Arquitectura y lo sagrado”, fue una ocasión perfecta para realizar un viaje alrededor del mundo y comprobar cómo exploran los hombres de todas las religiones la arquitectura para expresar su búsqueda de lo sagrado. Durante unos días se dieron cita personalidades de más de 20 países, desde Mongolia al Tibet, pasando por Egipto, Corea del Sur, EEUU, India, Francia, Indonesia o Italia.

La capital cultural del mundo
Fez, que fue durante siglos la capital política e intelectual de Marruecos, se convierte por unos días en la capital cultural del mundo y un foro de encuentro entre culturas, con diversidad de propuestas artísticas en lugares de incalculable valor patrimonial. Y este espíritu de Fez no solo se queda en la ciudad marroquí, sino que logra derribar fronteras con la organización de Spirit of Fez, que lleva los foros y un programa musical al Carnegie Hall de Nueva York para demostrar que el arte no entiende de espacios geográficos concretos.
Con todo ello, el mensaje optimista que traslada el Festival de la Música Sacra de Fez es que es posible un diálogo de espiritualidad a través de la música, y que los pueblos que tienen una única visión respetuosa de los valores éticos pueden vivir en paz. Religiones musulmanas, cristianas, judías e hindúes encuentra así un lugar común, de respeto mutuo y colaboración.
El Festival de la Música Sacra de Fez es mucho más que música. A lo largo de toda la ciudad se celebran encuentros artísticos y se abren espacios de diálogo que demuestran que el arte puede estar al servicio de la espiritualidad tendiendo puentes entre religiones y culturas. Diez días de ensueño donde siempre hay algo que hacer y todo nos invita a la reflexión, el diálogo y el respeto.