Chef Hamza, el pequeño marroquí que desafió al autismo a través de la cocina
Es el caso de Hamza Hra, más conocido como “el pequeño chef”. Un niño marroquí que ha desafiado a su trastorno del espectro autista al encontrar en la cocina no solo su pasión, sino también su manera de comunicarse con el mundo y sentirse parte importante de la sociedad.
La historia de Hamza Hra
Hamza Hra nació en Marrakech hace 11 años. Su madre, Khadija, se casó con 16 años y, a pesar de su juventud, enseguida tuvo que luchar por sacar adelante a su familia, ya que el oficio de su marido le obliga a viajar y no le permite pasar mucho tiempo en casa.
Khadija cuenta que, cuando Hamza era pequeño, ya intuyó que algo no iba bien. Comenzó así un periplo de visitas médicas hasta que los doctores descubrieron qué le pasaba a su hijo. Cuando tenía tres años el niño fue diagnosticado con un trastorno del espectro autista y enseguida comenzó con terapia, coincidiendo con su etapa de escolarización. “En los tratamientos públicos los doctores trabajan con una media de seis niños, por eso opté por la terapia privada”, comenta Khadija.

Acoso escolar y desmotivación
Hamza comenzó a ir al colegio, pero la situación que vivía en las aulas le convirtió en un niño triste y retraído. En clase, el acoso escolar era contante, lo que le impidió a Hamza vivir una infancia feliz. “Estaba siempre en casa porque no estaba integrado con los demás niños. Nunca quiso ir al colegio o al parque porque allí solo recibía insultos”, comenta su madre.
Se metían con Hamza por ser diferente y no poderse comunicar adecuadamente. El niño cambió constantemente de escuela por este motivo, llegando a pasar por cuatro diferentes. Muchos de los profesores tampoco tenían los conocimientos suficientes para tratar a niños con el trastorno del espectro autista y cuando hablaban con Khadija le comentaban que el problema de su hijo era que “necesitaba más disciplina en casa”.
La terapia tampoco terminaba de dar sus frutos. Por aquel entonces Khadija ya contaba con otros dos hijos, pero su auténtica obsesión era encontrar la fórmula que le permitiera a Hamza integrarse en la sociedad y superar sus propios desafíos.

La cocina como elemento motivador
Un día, Khadija le propuso a su hijo que le ayudara a hacer una pizza. Él eligió los ingredientes y los puso sobre la masa. El resultado no se hizo esperar. Hamza se sintió feliz por el logro conseguido en la cocina y su madre descubrió, por casualidad, que la cocina le relajaba y le hacía feliz. Todos los días le proponía hacer un plato nuevo y el hecho de sentirse elogiado con el resultado le llenaba de motivación.
“Me sorprendió lo contento que estaba cada vez que llegaba la hora de cocinar. Además, ese momento me permitía introducir algunos elementos didácticos, como los colores o las formas geométricas. Hamza iba aprendiendo y, lo más importante de todo, se sentía feliz”, señala Khadija.
Un canal de YouTube propio
Fue entonces cuando Khadija pidió ayuda a su hermano Abdelilah, un joven diseñador gráfico, para crear un canal de YouTube para Hamza. Al niño le encantó la posibilidad de hacer públicas sus recetas y darlas a conocer a mucha gente. El tío de Hamza se encargó de seleccionar la música y los vídeos, y creó al niño un canal propio de Youtube con el nombre de “Le Petit Chef”.
Desde entonces, Hamza sube recetas fáciles de realizar como la pizza, algunas propias de la cocina tradicional marroquí como la tanjia, sin olvidar la sección de postres, en los que el niño aparece, por ejemplo, cocinando unos riquísimos pancakes con chocolate. A la hora de cocinar, Hamza tiene como referencia a uno de los grandes maestros de la cocina marroquí: el Chef Dar Moha. El autor de la nueva cocina marroquí es su ídolo y a él quiere parecerse. Por eso, aparece en sus vídeos ataviado con un traje de cocina muy parecido al que utiliza el gran chef cuando está trabajando, gorro de cocinero incluido.

Más de 7.000 suscriptores
Actualmente, Hamza cuenta con más de 7.000 suscriptores en su canal de YouTube. Los comentarios positivos que le dejan tras cada vídeo en el que se muestra cocinando le han ayudado a tener más confianza en si mismo, según comenta su madre.
Más allá de la superación personal de Hamza, su historia demuestra el desconocimiento que existe en la sociedad sobre el trastorno de espectro autista. De todos es conocido la dificultad que tienen estas personas para relacionarse, pero eso no quiere decir que no necesiten de cercanía y reconocimiento a sus propios méritos, que a Hamza le han llegado en forma de interacciones positivas por parte de los internautas, lo que le ha hecho encontrar su sitio en la sociedad.
“Recomiendo a los padres que tengan hijos con un trastorno del espectro autista que confíen en las capacidades y el potencial de sus pequeños. A veces las terapias más creativas ofrecen resultados muy positivos. Hay que darles una oportunidad para poder demostrar lo que valen. Todo es posible si crees en tu hijo”, comenta Khadija.
Chef Hamza sigue cosechando éxitos en Internet a través de las recetas que presenta con gran desparpajo al público. Este niño con trastorno del espectro autista ha encontrado en la cocina su lugar en el mundo, y en los comentarios de sus seguidores el estímulo y la motivación que le faltaban. Una historia de superación y un toque de atención a toda la sociedad.