Tan-Tan y su moussem: la reunión anual de las tribus del Sáhara
En la cultura tradicional bereber, un moussem es una especie de feria anual con tintes económicos, sociales y culturales. Una suerte de romería que sirve como lugar de encuentro. La primera vez que tuvo lugar en Tan-Tan fue en 1963. Lo que entonces fue un encuentro informal en torno a un pozo, ahora es Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la UNESCO.

Como marca la tradición
La creciente urbanización y el éxodo rural que sufren algunas regiones marroquíes ha hecho que, hoy más que nunca, se necesite un encuentro entre las tribus del Sáhara que mantenga vivas las tradiciones. El Moussem de Tan-Tan, organizado por la Fundación Almouggar, se ha convertido en una reunión multitudinaria donde se compra y se venden productos, artesanía local, caballos y camellos, todo ello aderezado por la alegría de la música, el colorido de la danza tradicional y la musicalidad de la poesía tradicional.
Los participantes se alojan en más de 800 jaimas tejidas como manda la tradición, con lana de camello y cabra. Allí se habla de paz y tolerancia, y sobre todo de aquellos aspectos que afectan al día a día de las tribus bereberes. Atraídos por la magia de las tribus del Sáhara, todos los años el moussem trae como invitados a personalidades destacadas del mundo de la cultura, las artes, el cine o la política. La fiesta se abre así al mundo en todo su esplendor. No hay mejor manera para mantener vivo el legado hasaní que darlo a conocer al mundo.

Y mientras en una jaima se habla de hierbas medicinales, en otra se muestra la variedad gastronómica de la zona. En la siguiente se puede observar la artesanía de las doce regiones de Marruecos y en otra próxima se escuchan los cánticos que han logrado mantenerse de generación en generación al compás del guembri, un instrumento de tres cuerdas fabricado con el tronco de un árbol.

Manteniendo la esencia
En los alrededores de las jaimas se celebran las carreras de dromedarios y demostraciones culturales como la legendaria tburida, el arte ecuestre sahariano que reúne a un grupo de jinetes que cabalgan sin sujetar las riendas en un alarde de equilibrio y coordinación. El momento más esperado del acto es cuando disparan de manera sincronizada sus fusiles y el estruendo del disparo da paso al zaghareet, el alarido que simboliza al pueblo bereber.
El moussem de Tan-Tan crece año tras año. Convertida en fiesta popular, ya no forma parte del calendario agro-pastoral de los pastores nómadas ni sirve para concertar bodas entre los jóvenes de las tribus saharianas. Sin embargo, sigue manteniendo la esencia que le vio nacer y su interés por no dejar morir las tradiciones de un pueblo orgulloso de su cultura y sus ancestros.

Arte, tradiciones, encuentros musicales, danzas, gastronomía, comercio, cultura y ver la vida a lomos de un dromedario. El moussem de Tan-Tan es todo esto y mucho más. El encuentro beneficia sobre todo a las tribus del Sahara y mantiene viva sus tradiciones. Un regreso al pasado para seguir avanzando hacia el futuro.