Simo Baazaoui, la guitarra que fusiona el flamenco y música tradicional marroquí
Presente en los festivales de música marroquíes como los de Chaouen y Rabat, conocido en los círculos flamencos por su virtuosismo con la guitarra y con un talento musical reconocido en países como Francia y Jordania, Baazaoui lleva una década tendiendo puentes entre España y Marruecos a través de su música.

Músico por casualidad
La llegada de Simo Baazaoui al flamenco se produjo por casualidad. Un día entró al Instituto Cervantes de Rabat, cogió un disco de música española para matar el tiempo y el azar quiso que llegara a sus oídos la música de Paco de Lucía y Camarón de la Isla. No es difícil imaginar el impacto que tuvo en un joven Baazaoui, quien no pudo quitarse de la cabeza durante días lo que había escuchado.
De manera autodidacta comenzó a aprender flamenco con su guitarra. La primera vez que actuó en público fue con 21 años. Su profesor de español le invitó a tocar delante de sus compañeros, que se quedaron con la boca abierta. Fue precisamente su reacción la que llevó a Baazaoui a tomar la decisión de dedicarse a ello con una mayor determinación.
En 2001, Baazaoui se incorporó al Conservatorio Superior de Música de Rabat, donde encontró músicos con sus mismas inquietudes y con quienes comenzó a realizar conciertos. Y a nivel particular siguió componiendo piezas capaces de combinar la esencia del flamenco y los tonos marroquíes, ofreciendo así una visión global, única y muy cercana de arte. Una música que trasciende fronteras, como demuestra el hecho de que fuera calificado como “representante de las músicas del mundo”. Y un talento que ha sido elogiado por expertos flamencólogos como Juan José Téllez.
Puntos en común
Cuando se le pregunta a Baazaoui qué significa el flamenco para él responde que es “una forma de ser y de estar. Una prisión de la que hay que salir de vez en cuando para respirar nuevos aires y nuevas culturas, y volver más enriquecido”. Con este objetivo, el músico encuentra numerosas similitudes entre la música flamenca con las más tradicionales de Marruecos, y todas ellas pasan por un sentimiento común y una forma intensa y profunda de entender la vida.
Para el autor, de igual manera que la poesía y la música forman parte de un mismo lenguaje, también las músicas de diferentes estilos pueden unirse en una sola, porque hablan de sentimientos comunes, como el amor o la libertad, aunque desde diferentes perspectivas. “Nuestro verdadero punto en común es el ritmo, pero también la forma de cantar y los temas, que son los que nos interesan a todos, como el sufrimiento, la muerte, el amor… finalmente son asuntos que todos compartimos y que pueden crear un lenguaje musical común”.
La guitarra flamenca se convierte así en embajadora en la unión del flamenco con el aita árabe o el tamawayt del Atlas, aunque Simo Baazaoui también ha explorado la fusión con otros estilos, como el saharaui o el aissaoui. De esta manera, enseña a Marruecos una de las músicas españolas por excelencia, y enriquece a España con los ritos propios de su país natal. Y de paso, da a conocer al mundo una música con sello propio, que Baazaoui define como “una opción más donde elegir”.
Una música que mueve sentimientos
El músico, como si se tratara de una esponja, es capaz de impregnarse en diferentes culturas para acometer el lienzo perfecto. No es necesario entender de flamenco o que saber diferenciar los ritmos de la música popular marroquí. Basta con un mínimo de sensibilidad para emocionarse ante un arte universal, que a través de un instrumento como es la guitarra española, habla bajo el código de las emociones.
Baazaoui apuntaa Paco de Lucía como el artista que más le ha inspirado, mientras señala que la mayor dificultad de todo el flamenco es tocar la soleá, por su ritmo lento y acompasado. Por el contrario, su principal virtud es, probablemente el trabajo, a pesar de que los amantes del flamenco ensalzan su talento innato. “El talento sin trabajo es como un bosque que contiene una vegetación maravillosa, pero en desorden total. Necesita ser trabajada para que se convierta en un bello jardín”, afirma.
Y es lo que Baazaoui ha hecho a lo largo de su carrera, desde sus comienzos, en los que distribuía sus canciones de forma gratuita en YouTube para que todo el mundo pudiera escuchar su arte, a las giras en Francia, donde por su multiculturalidad y su población de ascendencia árabe la fusión entre flamenco y tamawayt obtuvo un gran éxito. Llegaron después el acompañamiento a José Álvarez o Claudia Cruz, y a cantaores como Aroa Fernández o a Andrés “el lince”. Aunque lo importante, según señala el artista, es la satisfacción personal al bajarse del escenario.
Simo Baazoui ha demostrado con su guitarra que flamenco y música tradicional marroquí se dan la mano porque hablan un mismo lenguaje: el de la música que, aun con procedencias distintas, mueve las mismas emociones, haciendo invisibles las fronteras.