8 deliciosos y originales platos marroquíes que no te puedes perder
Con una base tradicional e ingredientes sencillos, las recetas se transmiten de padres a hijos y han convertido a la gastronomía marroquí en una de las más apreciadas del mundo. Algunos de los siguientes platos son los responsables de que los visitantes de Marruecos vuelvan a casa relamiéndose.
Bissara: puré de habas
La bissara, o puré de habas, es muy empleada en la cocina marroquí por su fácil y rápida preparación. Normalmente actúa como guarnición para acompañar y potenciar otros platos, aunque en Marruecos existe un dicho que hace más referencia a la sencillez de sus ingredientes que a su riquísimo sabor: “era tan pobre que solo comía bissara”.
Tangia: plato típico de Marrakech
Cuando acude a visitar a un familiar o amigo a Marrakech los hombres preparan este guiso con carne, generalmente cordero, en una cazuela grande y ancha, aromatizándolo con comino y cúrcuma. El recipiente se introduce en un horno subterráneo, entre cenizas, donde se hace lentamente durante cinco horas.

R’fissa: a base de tiempo y paciencia
El R’fissa es un guiso que se toma principalmente en invierno, aunque también es frecuente en celebraciones. Para su confección se emplean hojas de m’semens, una especie de torta hojaldrada desmenuzada, lentejas, pollo y una salsa con el inconfundible sabor de las especias marroquíes. No te sorprenda si lo sirven en un gran plato común, de donde todos los comensales se sirven.
Djej Meshmel: pollo especiado con limones y olivas
El Djej Meshmel es un plato que se prepara con trozos de pollo marinados durante 24 horas en una salsa hecha con pimiento, ajo y sal. Después, se cuece en un caldo condimentado con cilantro, azafrán, comino, pimienta, zumo de limón y pimentón, y se le añade limones encurtidos y aceitunas. El resultado es un plato con un sabor y un aroma deliciosos, que puede acompañarse de arroz.
Pastela de leche: el postre de las celebraciones
La pastela de leche, también llamada johara, la puedes probar viajando a Fez. Este milhojas de crema marroquí está hecho con hojas de pasta brick que se fríen en abundante aceite caliente y llevan entre ellas una crema llamada knaffa, hecha a base de leche y fécula de maíz. Un postre calórico, pero riquísimo.

Mechui: cordero asado a la brasa
El mechui es un cordero a la brasa ligeramente sazonado con comino, tan suave que se funde en la boca. Si te lo preparan al estilo tradicional marroquí el asado se habrá preparado muy lentamente en un horno excavado en la tierra, y se podrá acompañar de cuscús, almendras, limón o ciruelas en un plato comunitario, donde los comensales van despegando los trozos de carne con los dedos. En los pueblos se sirve para celebrar el nacimiento del primer hijo varón.
Makouda: hamburguesa de patata
Para algunos el makouda se parece a una hamburguesa hecha de patata y huevo que recuerda vagamente a nuestra tortilla de patata, mientras que otros lo comparan con una croqueta típicamente marroquí. En cualquier caso, es muy versátil, ya que según las especias que se añadan puede adquirir uno u otro sabor. Se puede comer solo, en ensalada o en bocadillo o sándwich.
Amelou: pasta de almendras con aceite de argán
El amelou no es un plato en sí, sino una deliciosa salsa espesa o pasta de untar elaborada a base de almendras trituradas de forma tradicional y mezclada con miel y aceite de argán. Se suele tomar en el desayuno y si lo pruebas en Essaouira seguramente procederá de los árboles de argán que se cultivan en la zona.
La cocina marroquí es rica, variada y está llena de sabor. Cuando vayas a Marruecos atrévete a probar las deliciosas especialidades locales y déjate llevar por el exotismo de los platos más ricos de su gastronomía. Recetas que seducen, para ser degustadas con los cinco sentidos, y exquisiteces que permanecerán en tu memoria durante mucho tiempo tras regresar del viaje.