Nora Attal: la modelo marroquí fetiche de Chanel
Nora Attal es una modelo que, a pesar de su juventud, ha paseado el nombre de Marruecos por pasarelas de todo el mundo y de la mano de los mejores diseñadores. Musa de Chanel, desde su primera colaboración en 2017 la firma parisina la ha elegido en múltiples ocasiones para protagonizar sus esperados desfiles o sus campañas de belleza más exitosas
Attal pisa fuerte en las pasarelas. Con unos rasgos marroquíes bien definidos, la modelo, de 21 años, se define como “activista y feminista”. Uno de sus objetivos es aprovechar la visibilidad que ofrece su profesión para concienciar sobre cualquier tipo de desigualdad, ya sea de género, clase o raza. Un racismo que, según denuncia, se ha instalado en las pasarelas, y al que la modelo advierte que hay que prestar atención.
Orígenes y primeros desfiles
Los padres de Nora Attal nacieron y crecieron en Larache, una ciudad costera situada a 88 kilómetros de Tánger, al noroeste de Marruecos. Tras trasladarse a Reino Unido, nunca perdieron contacto con sus orígenes. Nora acudía cada año a Marruecos para veranear, lo que le ha permitido seguir identificándose con el país.
La primera vez que la industria se fijó en ella tenía 12 años, pero su padre consideró que era demasiado joven para trabajar. Años más tarde, Jonathan Anderson, fundador de la marca JW Anderson, realizó un casting en su escuela para la campaña de primavera/verano de la marca. Su elección supuso el pistoletazo de salida para colaborar con las firmas más prestigiosas. Nora tenía entonces 16 años y muchas ganas de aprender.
Proyección internacional
Además de ser la modelo fetiche de Chanel, Attal ha trabajado para las marcas más importantes del mundo de la moda, desde Prada a Burberry, pasando por Nina Ricci, Chloe, Tommy Hilfiger, Hermes, Michael Kors, Valentino, Versace o Alexander McQueen.
Su proyección ha sido fulgurante. La misteriosa chica de las cejas pobladas y rostro enigmático comenzó a despuntar con portadas en solitario en la revista Vogue. De una belleza serena, un talento innato y un carácter amable, Attal ha viajado por todo el mundo para participar en las más exitosas campañas. Según ella misma ha reconocido en alguna ocasión, no había semana que no tuviera que tomar un avión hacia cualquier destino. Un ritmo de trabajo que se vio frenado con la llegada de los confinamientos provocados por el coronavirus.
Tomarse un respiro
Para Attal, la crisis de la COVID-19 ha supuesto, sobre todo, la posibilidad de tomarse un respiro. “El hecho de tener que parar me regaló tiempo para disfrutar de la vida a un ritmo más lento. En la cuarentena descubrí un mundo completamente diferente”, ha señalado en diferentes entrevistas.
Este parón de actividad le ha valido a la modelo marroquí para poder dedicar tiempo a sus amigos y familia. Muy activa en redes sociales, que usa en numerosas ocasiones a modo de altavoz para criticar el sistema, Attal anunció su compromiso con el director de fotografía Victor Bastidas. Ambos se comprometieron en una playa de Formentera y no dudaron en mostrar al mundo su amor y el anillo de compromiso, un sencillo solitario de corte redondo que robó el protagonismo por unos instantes a uno de los rostros más destacados del mundo de la moda.
Un futuro prometedor
Nora Attal tiene fijada su residencia en Sussex, al sur de Inglaterra. El interés de las marcas internacionales no ha dejado de crecer en los últimos meses. Voces de Chanel ya se refieren a ella como su musa, pero Attal se muestra decidida a “trabajar siendo más selectiva, para vivir mejor”.
“No quiero volver a lo de antes. Me pasaba el día trabajando. Llegaba a casa, dormía en mi cama y me despertaba temprano para coger un vuelo y continuar trabajando. Así fue mi vida durante los últimos tres años y medio antes del coronavirus. Pensando en dónde tenía que volar al día siguiente. Viviendo siempre en el futuro, con conversaciones pendientes y gente a la que tenía que ver pero sin tiempo para poder hacerlo, lo cual era agotador”, ha confesado la modelo en una de sus últimas entrevistas.
Attal quiere tener tiempo para pensar en el ahora. Encontrar un equilibrio que pasa por tener más tiempo para la lectura, uno de sus hobbies favoritos, y estudiar la carrera de Psicología, algo que siempre tuvo en mente.
Juventud y versatilidad
Los expertos en moda pronostican que seguiremos viendo a Nora Attal sobre las pasarelas y en las redes sociales, en las portadas de las revistas y en las campañas internacionales de moda y belleza más destacadas. Su juventud y versatilidad hacen que no haya tocado techo. Y si antes era una joven tímida y con cierta rigidez ante la cámara, ahora se ha convertido en una de las modelos más cotizadas.
Curiosamente, las personas que sirven de inspiración a Nora Attal no pertenecen al mundo de la moda, sino al mundo de los derechos humanos. Personas que son capaces de sacrificarse por el bienestar de la comunidad a la que pertenecen.
Nora Attal se ha convertido en la musa de Chanel y uno de los rostros más conocidos de las pasarelas. Una joven marroquí que avanza en su carrera pisando fuerte, con las ideas muy claras. Su exótica belleza, su carácter amable y su espíritu de superación la han convertido en un icono de la moda con una forma de ver la vida poco convencional.