Louis Vuitton y Marruecos: sus paisajes inspiran a la firma de moda
Numerosos artistas, desde pintores a cocineros, pasando por literatos, modistos y músicos, se han inspirado en la diversidad del paisaje de Marruecos para llevar a cabo sus creaciones. Y una vez más ha sucedido. La firma de moda Louis Vuitton ha vuelto su vista hacia este país a la hora de diseñar “Nuevos Clásicos”, la colección masculina de primavera-verano 2020.
Para dar a conocer al mundo la nueva colección, que ha estado a cargo del diseñador Virgil Abloh, la fotógrafa holandesa Viviane Sassen inmortalizó a los modelos escogidos por la maison francesa en varios paisajes de Tánger y en el encanto de Chaouen.

Un paisaje único
El ideario creativo que propone la firma de moda lleva por nombre Footprint y se concreta en dos momentos de inspiración concretos: las flores y la vuelta a la infancia. En realidad, estas imágenes son la primera entrega de una serie de cinco campañas, que nos llevarán a los cinco continentes para retratar la huella del hombre en diferentes partes del planeta como símbolo de globalidad. En este caso, África está representada por Marruecos y sus inconmensurables paisajes.
Tras un riguroso casting para elegir a modelos marroquíes que no fueran demasiado conocidos por el gran público, el equipo de rodaje se trasladó a diferentes escenarios naturales para captar la idea de comunidad global, etnicidad, conciencia colectiva e inclusión intercultural.


El hombre muestra su lado más infantil jugando con tejidos y cometas en una solitaria playa azotada por el viento. Dunas, laderas cubiertas de hierba y fotografías con la ciudad de Tánger como telón fondo sirven para mostrar los bolsos de viaje de la firma. Las flores no solo se muestran en las camisas, sino también a modo de escultura en bonitos atardeceres a orillas del mar. Los rincones teñidos de infinitos tonos azules de Chaouen también complementan este universo sensorial utilizado a modo de metáfora. Un guiño a quienes deciden ser trotamundos, que se muestra a través de la inspiración nómada que tienen los complementos de viaje de la colección.


Louis Vuitton en Marruecos
No es la primera vez que Louis Vuitton muestra su predilección por Marruecos. Presente en el país desde hace 20 años, la maison cuenta con dos tiendas situadas en Casablanca y Marrakech.
La tienda de Marrakech, situada en el corazón del barrio de L’Hivernage, es un modelo freestanding en un impresionante espacio de 125 metros cuadrados. En cuanto a la tienda de Casablanca, fue diseñada por el arquitecto Peter Marino y ofrece 400 metros cuadrados de puro lujo, en uno de los locales más grandes de la firma a nivel mundial. Ambos establecimientos reflejan el propio contraste de Marruecos, un país donde la innovación se mezcla con las tradiciones, y el pasado se funde con la modernidad.
El hecho de que la firma de moda francesa vuelva a escoger Marruecos como inspiración para su última colección no es casual. El magnetismo de sus paisajes, la fuerza de sus espacios naturales y el color de sus atardeceres resultan el marco perfecto para presentar una colección de moda que intenta mostrar un universo pluricultural, donde todos estamos conectados. Con las fotografías tomadas en Tánger y Chaouen, Marruecos abre a una ventana de inspiración al mundo.