La Casa de las Abejas en el bosque Ain Rami de Chaouen
La Casa de las Abejas es mucho más que un proyecto medioambiental. Esta iniciativa, llevada a cabo por la Asociación Talassemtane para el Medio Ambiente y el Desarrollo, Manos Unidas y la Fundación Banco Santander, no solo deja ver lo importante que es la apicultura en Chaouen, sino que, de paso, empodera a las mujeres de la zona y les permite ser autónomas.
Las mujeres locales son las protagonistas de todo el proceso que implica la apicultura, desde la cría de las abejas hasta la venta de los productos derivados de la miel en la Casa de las Abejas, situada en pleno bosque Ain Rami, en un marco natural incomparable.
Un proyecto medioambiental y social
El proyecto, calificado como “ecoamigable”, nació con el ambicioso objetivo de hacer frente a las consecuencias del cambio climático en la apicultura de esta zona, considerada Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo por su alto valor ecológico. Y lo que comenzó poniendo el foco en el medio ambiente terminó siendo una iniciativa cultural paralela que ayuda a las mujeres de esta provincia marroquí, dedicadas principalmente a la agricultura y con pocas posibilidades de ser independientes.
El proyecto de la Casa de las Abejas, más allá de la financiación de las grandes corporaciones, ha sido posible gracias a la Dirección Regional de Aguas y Bosques y el municipio de Bab Taza, empeñado en apoyar a sus apicultores y ofrecer una oportunidad a más de 30 cooperativas, pertenecientes a la Unión de Cooperativas Locales.
Sumando el esfuerzo de todos se ponía en marcha una iniciativa que tenía tres partes diferenciadas. Por un lado, la creación de una infraestructura que sirviera para atraer el turismo y en donde se pudieran exponer los diferentes productos derivados de la miel para su venta. En estas instalaciones, las mujeres de la zona reciben formación para producir la miel y sus derivados de la mano de expertos, y el proyecto se completa con rutas de senderismo por la zona boscosa, donde no solo se pueden visitar las colmenas, sino también recibir información acerca de la importancia de las abejas y la producción de miel en la zona en los paneles informativos dispuestos a lo largo del camino.

Un espacio ecosostenible
Dado que la iniciativa está dirigida al turismo, las cooperativas deben cumplir con rigurosos criterios de seguridad alimentaria y contar con los permisos de comercialización de este tipo de productos. La venta se realiza en un espacio moderno, donde las mujeres locales trabajan en la elaboración de artículos como cosméticos y jabones, con todas las propiedades que presenta la miel que se produce en la zona.
La Casa de la Abeja es una cabaña construida en madera y en forma de hexágono, como un gigantesco panel con guiños a la arquitectura sostenible. Una gran abeja de madera da la bienvenida a las personas interesadas en saber más acerca de la elaboración de la miel y los productos derivados.
La cooperativa Dar Nahla, compuesta por mujeres de la zona, es la que presenta los productos que en muchos casos realizan de forma artesanal con sus propias manos. Casi todas ellas proceden del mundo de la agricultura, la ganadería o la apicultura, y han sido debidamente formadas en materia medioambiental. Su formación les permite ahora tener un sueldo y ser independientes, además de contribuir al desarrollo local.
El proyecto de la Casa de las Abejas de Chaouen beneficia en su conjunto a más de 170 apicultores que trabajan en el Parque Nacional de Talassemtane y el Parque Natural de Bouhachem, en la región Tánger-Tetuán-Al Hoceima.

Mujeres empoderadas gracias a la miel
Quienes se acerquen hasta aquí, además de conocer la información que ofrece el ecomuseo y poder comprar los productos, pueden realizar un recorrido por la zona y participar en alguno de los talleres prácticos de educación ambiental o bien de degustación de los productos apícolas.
Najat Awlad Ayad, una de las mujeres que se benefician del proyecto, señala la importancia que supone para la comunidad femenina el hecho de ser independientes, mientras que Dalal Elhaji apunta que un ingreso estable les permite también cubrir las necesidades de sus familias. Por su parte, Sanae Sadiki, coordinadora del proyecto, destaca la oportunidad que han tenido las jóvenes locales de recibir formación de la mano de expertos y poder especializarse en la fabricación de productos derivados de la miel, al tiempo que hace una invitación a conocer los productos que en la Casa de las Abejas aparecen expuestos en paneles hexagonales, junto a trajes de apicultores, carteles explicativos y fotografías informativas.
La Casa de las Abejas es un proyecto orientado a preservar el valor patrimonial de los ecosistemas locales y una actividad como la apicultura, cada vez más amenazada. Pero al mismo tiempo sirve para poner en valor el trabajo de la comunidad femenina que, tras recibir la formación adecuada, es capaz de elaborar productos derivados de la miel y ofrecerlos a quienes se acerquen al lugar para comprobar in situ la importancia del papel de las abejas en el equilibrio medioambiental.