Ashura, niños y tradiciones como protagonistas
La Fiesta de la Ashura, también conocida como festividad de la Achoura, conmemora la victoria de Moisés en Egipto y se celebra al décimo día tras el inicio del año islámico, en el mes de Muharram, sagrado para los musulmanes. De hecho, la palabra “ashura” significa literalmente “décimo día”. Y aunque el origen de la fiesta es religioso, los actos de conmemoración no son idénticos en todo el mundo musulmán. En Marruecos se centra en los niños y la tradición.
Dos días de celebraciones
La Fiesta de la Ashura en Marruecos ha trascendido su sentido religioso hasta convertirse en una festividad dedicada a la familia, y sobre todo a la infancia y a las tradiciones. Durante unos días los niños se convierten en auténticos protagonistas.
Las celebraciones suelen durar dos días. Al levantarse, es costumbre que los más pequeños estrenen ropa y a las niñas se les pinte con henna y khôl. Después, les espera un día de risas y diversión gracias a una tradición denominada zamzam, en la que el agua es símbolo de abundancia, riqueza y prosperidad. Por eso los pequeños de la casa salen a la calle a mojarse con cubos de agua. No solo se mojan entre ellos, sino que cualquier persona, incluidos los adultos, es susceptible de terminar empapado si pasa cerca de un niño. Los enfados en este día están prohibidos y la diversión está asegurada.
En estos días de fiesta los pueblos se llenan de canciones populares y música tocada con instrumentos tradicionales. Mientras los niños se divierten con el agua y llaman a las puertas de las casas para recibir caramelos al grito de “haq baba Ashour”, las madres tocan tambores, timbales y panderetas, instrumentos tradicionales como la taârija, el bandir, el derbouka y el tam-tam. Ante la algarabía popular es casi imposible no dejarse llevar por los cánticos y bailes populares.
Ya en casa, a niños y adultos les espera un banquete donde no faltarán cuscús con vegetales y rfissa, y una mesa llena de té y krichlates, unas galletas anisadas que mezcladas con frutos secos se les denomina fekkia. Y como acompañamiento, los tradicionales frutos secos, con bandejas llenas de pasas, nueces, almendras, higos y dátiles.
Una festividad familiar
También en este día los niños reciben regalos por parte de sus familiares, en una fiesta que recuerda la de los Reyes Magos. Sin embargo, y en contraposición a la abundancia, también es una festividad en la que muchos musulmanes aprovechan para dar el zakat o limosna a los más necesitados. Para muchas personas, la limosna que recoge el Corán es una oportunidad perfecta para ayudar a algún conocido o familiar que pudiera necesitarlo.
A la caída de la tarde, le llega el turno a los jóvenes, que salen a las calles lanzándose agua o huevos, y tirando petardos, para citarse posteriormente en torno a las hogueras y cantar canciones populares hasta la llegada de los fuegos artificiales.
Y mientras los jóvenes se divierten, son muchos los mayores que deciden aprovechar este día visitando a sus seres queridos en el cementerio, ya que la fiesta de la Ashura es eminentemente familiar.
La Ashura en el mundo musulmán
Si para los musulmanes sunitas, mayoritarios en Marruecos, la festividad de la Ashura es fundamentalmente popular, para los musulmanes chiitas adquiere un sentido más dramático, ya que conmemora la muerte de Hussein, nieto del profeta Mahoma, por el califato omeya en la batalla de Kerbala. Ese es el motivo por lo que una fiesta alegre y popular como la que se celebra en Marruecos adquiera el tinte de duelo nacional en otros lugares como Irán, Bahréin, Irak, Líbano o Yemem, donde conlleva un ayuno que permite redimir de los pecados cometidos el año anterior.
Los hombres cubiertos de barro lloran la muerte de Hussein, bajo la creencia de que Dios cambiará su pena por alegría en el Día de Juicio. En las mezquitas se escuchan poemas que narran el dramático destino de Hussein y en muchas localidades se reproduce su martirio en la batalla de Kerbala, en una representación que recuerda en su fervor a la Semana Santa cristiana.
Durante esos días, muchos musulmanes acuden a donar alimentos a las mezquitas, que ofrecen comidas bendecidas a todo el que quiera acercarse a probarlas, bajo grandes cuadros de tela que representan la historia del martirio del nieto de Mahoma.
La fiesta de la Ashura tiene diferentes formas de conmemorar un hecho histórico que en Marruecos ha derivado en una celebración popular, en la que las tradiciones y los niños se convierten en protagonistas. Juegos, risas, comida en abundancia y regalos marcan esta festividad en todo Marruecos. Los niños esperan con alegría la fiesta cada año y contagian su entusiasmo a los mayores, que viven la festividad con idéntica ilusión.
Foto de portada: Mounir Mehimdate