Artsi Ifrach, el diseñador marroquí que invita a soñar
Artsi Ifrach llegó a la moda tarde, pero con paso seguro. Este diseñador, nacido en Jerusalén pero de padres marroquíes, dejó su carrera como bailarín de ballet clásico con 28 años porque sintió que había llegado el momento de dejar volar su creatividad explorando otras facetas artísticas. Y así es como llegó al mundo de la moda, aunque nunca se haya sentido plenamente parte de él.
Las prendas que diseña Artsi Ifrach están llenas de color y audacia. Salpicadas con un toque de humor y rebeldía, y mucho descaro, ahondan en los recuerdos y se inspiran en la tradición, la religión y la cultura para gritar al mundo que nuestra individualidad nos hace únicos.
El atelier de Maison Artc, la firma tras la que se esconde la creatividad de Artsi Ifrach, se encuentra en la medina de Marrakech. “Marruecos es mi hogar y mi ADN es 100% marroquí. Volví para redescubrir mis orígenes y siento que es mi país”, señala el diseñador. Cada prenda que sale de los muros de la que fue una antigua finca familiar, llena de recuerdos, tiene su propia historia.
Ifrach crea con completa libertad, en un proceso creativo que rehúye de los dibujos previos, al considerar que cada prenda es una obra de arte original, fantástica e inclasificable. Al diseñador le encanta manejar telas antiguas, a las que une bordados tradicionales y en ocasiones las píldoras de información que quiere gritar al mundo, como “ámate a ti mismo como acto de rebelión”. Una pieza que a medida que se aleja de los cánones de la moda nos convierte en seres únicos. Pura poesía e inconformismo empapado de multiculturalidad.

Lo ridículo y lo sublime
A Ifrach le gusta decir que “hay una delgada línea que separa lo ridículo de lo sublime, y cada vez que diseño voy en busca de esa línea”. Ese descaro es lo que, tras vivir en Israel, Ámsterdam y París, le llevó al hogar de sus antepasados, para dar forma a unos diseños que muy poco tiempo después estaban sobre las más destacadas pasarelas de moda internacionales.
En Madrid se le pudo ver en la Mercedes-Benz Fashion Week, con una colección transgresora que no dejó indiferente a nadie. Y a pesar de todo, Artsi Ifrach no se siente dentro del negocio de la moda y reniega del branding de las grandes marcas. “Amo apasionadamente la moda, pero no pertenezco a este mundo”, advierte.
Diseñador y fotógrafo, dos disciplinas para las que ha sido autodidacta, Ifrach reconoce que no trabaja desde sus habilidades y conocimientos, sino por intuición e impulso. “No me esfuerzo en ser creativo. Surge de forma natural, como la respiración o la capacidad de hablar. Es un regalo del que no puedes prescindir y no creo que pudiera hacerlo sin dejar de soñar. Pero hace falta ser valiente para soñar”, señala.
De esta determinación no podía surgir otra cosa que no fuera un estilo tan rico como ecléctico. A través de los materiales que utiliza recopila recuerdos. “Cada pieza procede de mi total y completa libertad, del estado de ánimo que tenga en cada momento, y de la colaboración con artesanos locales, que intervienen ampliamente en el proceso creativo”, apunta.

Piezas de arte
Las piezas de Ifrach no se realizan para ser hermosas, sino para perdurar, para que puedan pasar de generación en generación conservando su esencia. El diseñador señala que siempre se encuentra en pleno viaje, sin pensar mucho en el origen o el destino, sino disfrutando del camino.
Cuenta que hasta hace poco no se llamaba a sí mismo diseñador o artista. “Sentía que estos títulos yo tenía que ganármelos y aún no me los merecía”, apunta. Pero, a pesar de todo, la trayectoria meteórica de Ifrach no hubiera sido posible sin una gran dosis de autoconfianza. “Tienes que creer que lo que haces vale la pena. Tener determinación y creer en tu talento”, afirma el diseñador.
Hoy, los amantes de su arte confluyen en su atelier. Los hay que se llevan sus prendas porque empatizan con la historia que transmiten, pero también hay amantes del arte que invierten en ellos como lo harían en una pieza de cualquier otra disciplina artística.

Diálogo entre culturas
El fundador de Maison Artc cree en el diálogo entre culturas. Tras redescubrir su país y cultura, hizo de Marruecos su hogar. Vive en un apartamento ruidoso, colorido y ecléctico, y colecciona máscaras y otros objetos traídos de sus innumerables viajes. Recuerdos que a veces utiliza en sus creaciones.
Su día comienza a las 7 de la mañana. Tras un café rápido en la terraza de su apartamento acude a su atelier, donde trabaja codo con codo con su costurera y la mujer que hace sus bordados, artesanas que hacen posible que la etiqueta de “hecho a mano” tenga todo su sentido. Juntos, comienzan a crear. Es un proceso que le divierte y al que no considera un trabajo. “Cuando comienzo a sentir que estoy trabajando paro, porque la energía y la magia desaparecen”, afirma.
De una antigua colcha surge un vestido. De la utilización de una máscara, un alegato a la libertad de la mujer árabe. Hay quien piensa que sus prendas esconden cierta nostalgia. Ifrach considera, sin embargo, que son capaces de conectar con los recuerdos y así tocar el alma. Su ropa no tiene género, ni etiquetas. Libre y polifacética, le ha hecho merecedor de numerosos galardones y reconocimientos, como el Fashion Trust Arabia de Doha (Qatar) y se ha expuesto en Londres y Nueva York.

Una apuesta por la sostenibilidad
Artsi Ifrach critica que hoy en día se compra pensando más en la exclusividad de la marca que en el gusto por la propia prenda. Es por ello que frente a la moda de usar y tirar, que nos convierte en fashion victims temporada tras temporada, el diseñador aboga por una moda cocinada a fuego lento, anclada en los recuerdos y tradiciones.
En su firme compromiso con la sostenibilidad, Ifrach apuesta por utilizar cada vez menos material, aunque eso le suponga apartarse de los circuitos comerciales. Es un compromiso con el planeta y las generaciones venideras.
Busca crear piezas clave, singulares y únicas, que no pasen de moda, ni que dejen de tener sentido en pocos meses. Prendas que permanezcan en el tiempo como obras de arte, y eso es lo que le empuja a poner su alma en el proceso creativo, le lleve el tiempo que lo lleve.
Sé tú mismo, viste como quieras, actúa siempre según tus ideas, busca tu individualismo… los mensajes que Ifrach lanza a través de sus prendas es lo que las aporta un valor añadido. El diseñador toma su inspiración del pasado, la lleva al presente y la proyecta al futuro.
Artsi Ifrach, nacido en Israel, pero de padres marroquíes, ha vivido un ascenso meteórico en el mundo de la moda. Desde su atelier Maison Artc, ubicado en Marrakech, lanza al mundo prendas icónicas, que se inspiran en las tradiciones, la multiculturalidad y los recuerdos, y nacen con la vocación de perdurar en el tiempo. Sin géneros ni etiquetas, y donde el término “hecho a mano” adquiere un sentido pleno. De Marrakech a las pasarelas internacionales, y de ahí a lanzar un mensaje que resuena en la cabeza como un mantra: eres único.