El rap en Marruecos: mucho más que un género musical
Su ritmo hipnótico, con una cadencia diferente al rap europeo y estadounidense, le hace ganar seguidores a nivel internacional y le está convirtiendo en un estilo musical cada vez más apreciado en todo el mundo.
Un estilo con personalidad propia
El rap marroquí tiene una personalidad única, mezclando sonidos amazigh o bereberes, africanos y orientales. Las letras se entonan en la lengua de la calle, el dariya, un dialecto marroquí que le permite diferenciase de otras manifestaciones musicales más elitistas, hechas en francés o en un árabe más clásico.
El rap nace en las calles de Marruecos, en núcleos urbanos como la ciudad de Rabat, donde jóvenes inconformistas y creativos encuentran en la música una forma de expresión. Algunos de ellos se hacen famosos sin el apoyo de una discográfica y dan el salto a los festivales de música marroquíes, lo que supone un trampolín para comenzar a ser conocidos internacionalmente.

Muslim, el mejor rapero de Marruecos
Muslim es probablemente el rapero más conocido. Portador del flow de la vieja escuela, comenzó a hacer rap en las calles de Jmaa, el barrio de Tánger que le vio nacer. Poco tiempo después llegaría su consagración, que tuvo lugar en las actividades paralelas del Festival de Músicas Sagradas de la ciudad de Fez, donde llenó la inmensa plaza de Bab Boujloud, en la Medina Fez el-Bali, con más de 20.000 jóvenes esperando ansiosos su música en directo.
El aspecto de Muslim no difiere mucho al de otros raperos. En sus actuaciones no faltan los vaqueros, la gorra y la camiseta, los pulgares hacia abajo y esos ademanes fácilmente reconocibles sobre el escenario. Sin embargo, su mensaje es ligeramente diferente al resto.
Sin dejar de ser crítico, Muslim es consciente del poder que tiene su palabra. Partiendo del compromiso social, sus letras están llenas de mensajes positivos. En sus monólogos insta al estudio y a la educación, critica el paro y vuelve la vista a las jóvenes embarazadas fuera del matrimonio, al tiempo que se manifiesta abiertamente contra las drogas.
Reconocimiento y proyección internacional
Los jóvenes gritan enfervorecidos las canciones de Muslim, al tiempo que miles de luces procedentes de los móviles de los asistentes a sus conciertos se encienden para grabarle en cada actuación. Su rap afilado y directo, pero sin provocaciones ni insultos, le han convertido en referente para una gran parte de la juventud y le ha valido ser elegido como “mejor rapero marroquí del momento” en unos galardones patrocinados por el Ministerio de Cultura.
Actualmente Muslim realiza giras internacionales. En sus visitas a España reúne a un público variopinto, formado principalmente por jóvenes magrebíes que acuden desde todos los puntos de España para tararear sus letras y un público español que califica de “hipnótica” su forma de rapear. Nada como viajar a Tánger, su ciudad natal, para entender de dónde saca Muslim la inspiración que le ha convertido en un ídolo de masas.
Tal y como ocurre en el resto del mundo, y como no podía ser de otra forma, el rap marroquí lleva en su ADN la denuncia social, en una necesidad de expresión que tiene como vehículo la música urbana. En algunos casos, los seguidores de los raperos más famosos corean las canciones que un día escuchan en las calles y al día siguiente en los escenarios de los festivales culturales que inundan el país, sin escenarios intermedios. Es el poder de la palabra, con versos que en ocasiones llegan más lejos de lo que incluso los mismos raperos se atreven a imaginar.